Cuando se conmemora el quinto centenario de la primera vuelta al mundo (1519-1522) que tuvo por objetivo último llegar a las islas Molucas y obtener para la corona española un acceso a las especias de estas islas, se presenta el documental La Odisea de las Especias. Este documental, de corte histórico y de actualidad, con una duración aproximada de 55 minutos, es una coproducción de Atrevida Producciones y Radio Televisión Española destinada a recuperar la memoria y el legado, todavía presentes después de cinco siglos, de la presencia de las primeras potencias en llegar a las islas de la especiería: España y Portugal. La toma de imágenes se ha efectuado íntegramente en las islas Molucas del norte (Ternate y Tidore) y del sur (Ambón y Banda). El documental hace mención específica a las dos especias endémicas de las islas (el clavo de olor y la nuez moscada) que justificaron la frenética carrera de las potencias europeas por controlar el monopolio de su mercado. La participación de reconocidos historiadores europeos, así como molucenses y otras personalidades, entre ellos el sultán de Tidore, proporcionan un testimonio único sobre esta epopeya. El documental cuenta con el aval de la Comisión de la Conmemoración del V centenario de la primera vuelta al mundo.
En abril de 2022 se publicó un espléndido libro dedicado a las islas de las especias. El libro describe en detalle las fortificaciones de las dos islas de Ternate y Tidore en las Molucas, las famosas islas de las especias. El texto del libro es bilingüe en español e inglés.
De la cubierta del libro: “Este libro ofrece un recorrido preciso y detallado por cada una de las fortificaciones de Ternate y de Tidore construidas por las potencias europeas que se disputaron el control del monopolio del comercio de las especias oriundas de las islas de la especiería, el clavo y la nuez moscada, durante los siglos XVI y XVII, informando al viajero de los aspectos históricos más relevantes que acontecieron durante el periodo más convulso de la historia de las islas Molucas”.
Ficha editorial
AUTOR/A: Juan Carlos Rey, Antonio Campo Y Marco Ramerini IDIOMA: Castellano E Inglés ISBN: 978-84-124434-2-4 ENCUADERNACIÓN: Tapa Dura Con Sobrecubierta TAMAÑO: 27 X 22 Cm PÁGINAS: 120 AÑO DE PUBLICACIÓN: 2022
Habiendo visto en el anterior artículo la presencia española en la costa noroeste de Halmahera vamos ahora a analizar la influencia española en la costa sur. Frente a la costa norte, ligada históricamente al antiguo reino de Gilolo y que durante la segunda mitad del siglo XVI, pasó a estar bajo la soberanía del sultán de Ternate, los territorios de la costa sur siempre estuvieron vinculados al sultán de Tidore. Esta dependencia favoreció sin duda la presencia española en esta zona. La alianza con Tidore permitió el establecimiento de pequeñas guarniciones españolas en los puntos estratégicos de la costa con un doble objetivo:
1- El control de los pasos terrestres de acceso a la costa contraria de Halmahera evitando de este modo la larga travesía marítima que suponía la circunvalación de toda la isla. Una travesía por tierra de un día acortaba una navegación de varios meses. De esta forma los españoles podían acceder rápidamente a las regiones cristianizadas de Batochina (San Juan del Tolo) ya visitadas por San Francisco Javier en el siglo XVI.
2- El acceso a alimentos, principalmente el sagú, muy abundante en la costa oriental de la isla. Tidore disponía en estos enclaves de almacenes de sagú, gracias a los cuales alimentaba a la población de su isla. A causa de esta importancia estratégica los sultanes de Ternate y Tidore se disputaron el control de esta zona de la isla, implicando a sus respectivos aliados europeos en las luchas por la posesión de las plazas de Dodinga-Tafongo y Toseho-Payahe. Una lucha que se prolongó durante todo el siglo XVII. El franciscano Gregorio de San Esteban denominó esta costa sur como La Banda de Tidore, aunque sin especificar el nombre de ninguno de los enclaves, mencionó la existencia de dos presidios defendidos por 8 españoles y 1 cabo en cada uno de ellos, con el objetivo de controlar el acceso de bastimentos que servían para proveer los fuertes españoles de Ternate y Tidore1.
Tras un estudio de las fuentes españolas de la época, podemos documentar que el franciscano se refiere a los presidios de Tafongo y Toseho, con los cuales se intentó el control de las zonas de Dodinga y Payahe respectivamente.
DODINGA (sin presencia española) y TAFONGO (1609-1620)
DODINGA
El fuerte de Dodinga se localiza sobre la población actual del mismo nombre y que durante los siglos XVI y XVII constituyó la principal puerta de entrada al este de Halmahera, al situarse en la sección más estrecha de esta gran isla. De esta ubicación se desprende su gran importancia estratégica al ser el punto de mejor acceso a la costa oriental. En una travesía de algo más de una hora, salvando los cinco kilómetros de distancia que separan las dos costas de la isla de Halmahera, se podía acceder a la bahía de Kau. Pese a estar muy cerca de las islas de Ternate y Tidore el fuerte no se encontraba en la costa, localizándose en el interior, a unos 3 km del mar, para un mejor control del paso entre las dos costas de Halmahera.
Detalle de mapa, Kaart van de Ternataansche Eilanden, Ternate, Tidor, Halmaheira of Batachina, Macquian, Batchan,enz. Titel in catalogus Leupe (Nationaal Archief) Anónimo, 1711.
Hay dudas en torno a su origen. Ivo van der Wall en su estudio sobre los fuertes de las Molucas, atribuye a la fortificación un origen español 2. Sin embargo Leonard Andaya otorga su fundación a Ternate, cuando a inicios del siglo XVII, el sultán Mudafar mandó establecer población procedente de Morotai para su poblamiento y control3. En la documentación española tampoco encontramos ninguna referencia que nos informen de la ocupación española del puesto de Dodinga. Fuentes holandesas documentan que en 1628 Dodinga se encontraba bajo control de Ternate4. Para ese año (confirmando las tesis de Andaya) trasladaron a gente de la zona de Moro para ayudar en la construcción de su defensa. Sin embargo Tidore no se resignó a perder su control, y el propio gobernador neerlandés de las Molucas Antonio Van Diemen informa que en 1637 el puesto había sido tomado por los tidores5. En los sucesivos años hay una guerra entre Ternate y Tidore por su posesión. En 1638, Ternate lo recupera y los holandeses lo refuerzan estableciendo 21 soldados de guarnición 6. Los reportes anuales de las autoridades de Batavia nos informan que a finales de 1639 una guarnición de 10 soldados holandeses continuaba defendiendo el puesto de Dodinga7. En septiembre de 1640 la guarnición holandesa de 10 soldados todavía se mantenía en Dodinga8. Pese a todo Tidore no desistió en su intentó de control y en 1642 volvió a atacar la guarnición ternate-holandesa, fracasando de nuevo9. Con ayuda holandesa el lugar permaneció bajo control de Ternate. En un informe holandés de 1645 en el fuerte de Dodinga permanecen 11 soldados holandeses10. En 1649 el gobernador de las Molucas Van Diemen, confirma su importancia como almacén de sagú, y la necesidad de la permanencia de una guarnición holandesa de 8 soldados para su defensa11. La salida española de las Molucas en 1663 no evitó el fin de las disputas entre Ternate y Tidore por su control. En 1713 el gobernador David van Peterson decidió asumir su control directo para acabar con este motivo de confrontación12.
TAFONGO
La historia española de Dodinga, va estrechamente vinculada a la de Tafongo. Si Dodinga era la puerta de entrada en la costa occidental, Tafongo suponía la puerta de salida en la costa oriental. C. F. H. Campen, militar holandés destinado en el norte de la isla de Halmahera a finales del siglo XIX realizó una detallada descripción geográfica de la isla, localizando la población de Tafongo, en el extremo oeste de la bahía de Kau muy cercano a la población de Dodinga13 (actual población de Kusu) y ubicando un fuerte en el extremo oriental de la población.
Detalle del mapa de C.F.H. Campen
A diferencia de Dodinga, donde no documentamos presencia española, las fuentes españolas si confirman la ocupación de Tafongo. En 1609, Lucas de Vergara, en virtud de su estratégica posición, justifica su control14. En 1610, el capitán de infantería Francisco de Salceda, al referirse a su expediente militar, informa de haber estado a cargo de la isla de Tidore y de los presidios de Tafongo y Payahe15. Para los españoles, pese a situarse en Halmahera y haber tenido un pasado de control ternate, el lugar pertenece históricamente a Tidore y como tal, su gobierno depende de la persona al mando en Tidore. El 23 de agosto de 1610, Cristobal de Azcueta nombra a Pedro de Ermua como cabo de Tidore y de las fuerzas de Payahe y Tafongo16. Un año después, el 4 de enero de 1611, en el fuerte de Nuestra Señora del Rosario de Ternate, certifica que el alférez Martín de Montero que sirve como cabo del fuerte y de la infantería de Tafongo, ha pedido licencia para salir del puesto, la cual ha sido aprobada designando al alférez Hernando Suarez como su sucesor17. En su nombramiento se le advierte de la importancia de proteger a los naturales de la zona18.
Por parte holandesa también se documenta la presencia española en el fuerte de Tafongo. Schotte certifica la presencia española para este mismo periodo, resaltando su importancia para el provisión de arroz, sagú y otros alimentos a las guarniciones de Ternate y Tidore. Gracias al control del paso Dodinga-Tafongo las 60 millas de navegación se convertían en 1 día de travesía por tierra19.
Para 1614 la guarnición española seguía controlando el puesto de Tafongo. Desde Ternate se informaba de la dificultad de reforzar Gilolo a no ser que se hiciese a costa de los soldados destinados en Tafongo y Payahe20. Pese a las dificultades (lejanía y escasez de soldados) la guarnición se mantuvo y en 1617 documentamos certificaciones del rey de Tidore y de Gregorio López (militar a cargo de Tidore) de Juan Medina Bermudez como cabo de Tafongo21. En 1618, Lucas de Vergara lo vuelve a confirmar como cabo del lugar y fuerza de Tafongo22 (siendo poca habitual en las denominaciones españolas de las Molucas, la designación de un sitio como “lugar”, algo que no documentamos con las otras fuerzas, lo cual nos vuelve a poner de relieve la importancia estratégica de Tafongo). Para el mismo año, el máximo responsable jesuita de las Molucas, el padre Manuel Ribeiro al hablar del estado de las fuerzas, menciona las posesiones españolas en Halmahera: Gilolo, Tafongo y Payagi23. Pese a mantenerse la fuerza de Tafongo, había una gran dificultad en proveerla de la guarnición necesaria para su defensa. El 23 de diciembre de 1619, el gobernador de las Molucas, Lucas de Vergara, envió a Tafongo a dos soldados destinados en Tidore, habiendo necesidad de enviar a 2 o 3 más para dejar cubiertas las plazas de esta pequeña guarnición24. 1620, es el último año en el que documentamos guarnición en Tafongo. Por temor a una rebelión local del príncipe de Tidore, el nuevo gobernador Luis de Bracamonte (llegado este mismo año desde Manila) decide reforzar Tidore a costa de abandonar los fuertes de Gilolo, Tafongo y Payahe25. La falta de documentación que pruebe la presencia española en fechas posteriores nos hace pensar que Tafongo se debió a ceder a Tidore en 1620 (al igual que que se hizo con Gilolo, la mejor plaza española en Halmahera).
Sin embargo los tidores fueron incapaces de mantener su control, acabando cediéndolo a su tradicional enemigo de Ternate. Como ya vimos anteriormente, en 1628 Ternate si hizo con el control del paso de Dodinga26 y aunque en 1631 Tidore todavía conservaba Tafongo, Ternate pidió ayuda a a los holandeses para su conquista27. En 1632 los holandeses informan que el rey de Ternate Hamxia solicitaba ayuda en su guerra contra Tidore para hacerse con el control de Tattongo y Piatjo28. Con la definitiva conquista ternate de Dodinga en 1638, el corredor terrestre Dodinga-Tafongo, quedó bajo control de Ternate. Como vimos anteriormente los intentos tidores de recuperación (1637 y 1642) acabaron fracasando. La permanencia en Tafongo solo era viable si la salida por Dodinga estaba libre. Con Dodinga en manos de Ternate, Tafongo debió de perder todo su importancia estratégica anterior. La zona siguió bajo disputa entre los sultanes de Ternate y Tidore durante todo el siglo XVII.
Actualmente no hay estudios arqueológicos ni trabajos de campo sobre la antigua población de Tafongo, que puedan comprobar la existencia de restos arqueológicos que correspondan con el antiguo fuerte español. La documentación española nos abre la posibilidad de encontrar los restos de este antiguo puesto de control sobre la actual población de Kau.
TOSEHO-PAYAGI
TOSEHO (1609- 1620) y PAYAHE
Si el eje Dodinga-Tafongo era la entrada norte a la costa oriental de Halmahera, Toseho-Payahe constituía la entrada sur. A la altura de Maquian era el acceso por tierra más rápido para llegar a la región de Weda (tradicionalmente conocida en el mundo maluco por su abundancia de sagú). Su importancia estratégica fue motivo de continuas disputas entre Tidore y Ternate (y por ende de sus respectivos aliados España y Holanda) por su control. En un mapa holandés de 168129 se sitúan los dos lugares controlando el río que accede al interior de la isla. En torno a una entrada fluvial, Toseho al norte y Payage al sur.
Pese a que las fuentes usan indistintamente las denominaciones Toseho y Pahaye para referirse a esta zona, en un análisis más detallado de ellas, vemos que refieren a dos lugares diferentes, ambos con el denominador común de ser puestos de control del acceso a la región de Weda. Con diferentes nombres Payahe (Papaya, Payage, Paya, Piache, Pijache, Payocha) hace referencia tanto a los actuales restos del fuerte Payahe (cerca de la costa, detrás de la colina que bordea la entrada del río30) como a toda la bahía de este tramo de costa (en la que también se encontraría Toseho).
Cerca de la actual Payahe documentamos la fuerza española de San Juan de Toseo, que como su nombre indica debía situarse sobre la actual población de Toseho. En las fuentes holandesas se destaca Toseho (Toheso, Tosehoe, Tosjeo) por estar ubicado en un gran bosque de sagú31. En el mapa vemos como Toseho se ubica en un entrada fluvial más al norte de Payahe, localizándose lejos de la costa, en un tramo interior del río.
Detalle de mapa, Kaart van de Ternataansche Eilanden, Ternate, Tidor, Halmaheira of Batachina, Macquian, Batchan, enz. Titel in catalogus Leupe (Nationaal Archief) Anonimo, 1711
La ocupación de esta zona por los españoles debió ser breve ya que en las fuentes documentales no encontramos muchas referencias a este puesto. En 1609 Lucas de Vergara nos informa del control español del puesto de Payayo por ser el lugar donde Ternate y Tidore obtienen los bastimentos 32. En 1610, el capitán de infantería española Francisco de Salceda, como persona a cargo de Tidore también tiene a su cargo los puestos de Tafongo y Payay33. Incluso para este año documentamos una batalla marítima a la altura de Payahe: Gregorio de Vidaña, como capitán de la galera San Cristobal fue enviado a Payahe con la misión de escoltar las embarcaciones del rey de Tidore, que procedentes de la región de Weda venían cargadas de sagú. La presencia de naos enemigas (ternates) en la cercanía de la bahía ponía en riesgo la principal fuente de abastecimiento de la isla de Tidore34. En agosto de 1610, el capitán de infantería Pedro de Ermua, es nombrado cabo de Tidore y de las fuerzas de Payay y Tafongo35. Una herida causada por un balazo le impidió ejercer su labor. Mientras durase su recuperación, Bartolomé Diaz Barrena estuvo a cargo de estos puestos36. En 1611, tras la ocupación de las poblaciones de Gilolo y Sabugo, se menciona al alférez Alonso Serrano como cabo de la fuerza de San Juan de Toseo en Payage37. Este documento es importante ya que por primera vez se específica que la zona de Payahe era controlada por los españoles a través del fuerte de Toseo. En 1614 el gobernador de las Molucas Gerónimo de Silva se refiere a la dificultad de reforzar Gilolo a nos ser que se quitase la gente de los puestos de Tafonfo y Payage38. Para el mismo años, el capitán Juan de Umbría nos confirma que pese a todo estos puestos no se han abandonado 39. A pesar de la escasez de medios, Payage tenía mucha importancia estratégica por su control sobre el sagú de la región de Weda. El alférez Pedro del Puerto, tenedor de bastimentos del Rosario, nos confirma que hizo un viaje a Weda, en 13 febrero de 1615 metiendo en los almacenes a 26 de marzo, 1162 fardos de sagú fresco y 800 sacos de sagú maduro. El mismo rey de Tidore pidió a Geronimo de Silva la necesidad del mantenimiento de la presencia española en esta costa. El gobernador le respondió que lo harían bajo la condición de que los locales proveyesen de alimentos (de cerdos) a los soldados de la guarnición (como se hacía antes) para que así pudiesen aguantar40. El jesuita Manuel Ribeiro nos confirma que en 1618 los españoles seguían controlando Payagi41 y tenemos constancia que en 1620 todavía se mantenía una guarnición, aunque el nuevo gobernador Bracamonte, recién llegado a las Molucas procedente de Manila, ya se planteaba desalojar los puestos de la costa de Halmahera (Gilolo, Tafongo y Payahe) para reforzar Tidore ante el miedo de una rebelión del príncipe42. La evacuación se debió realizar en 1620, ya que a partir de esta fecha desaparecen las referencias a Payahe, no volviéndolas a encontrar hasta dos décadas después. Con toda probabilidad Toseho-Payagi se debió conjuntamente con la retirada de Gilolo y Tafongo, cediendo su control a Tidore.
En esta zona, Tidore, a diferencia de lo que ocurrió en la costa norte de Halmahera, donde cedió fácilmente el dominio de sus puestos a Ternate, opuso una férrea resistencia. Al constituir esta zona su principal fuente de abastecimiento no se podía permitir la perdida de su control. En 1631 todavía documentamos la soberanía tidore en la bahía de Payage. Pese a todo, Ternate ambicionaba su posesión y no dudó en requerir la ayuda holandesa para conseguirlo43. En agosto de 1640, el sultán Hamsia de Ternate, solicitó colaboración militar al gobernador Antonio van Diemen para la conquista de Payache, argumentando su importancia estratégica al ser el gran almacén de provisiones (literalmente despensa) de Tidore44. Es el inicio de una guerra por su posesión:
-Fracaso ternate de 1641:
En 1641 Tidore aún ostentaba el control de Payahe. El gobernador holandés de las Molucas, Antonio Van Diemen, nos relata el ataque del sultán de Ternate: 200 soldados apoyados con 40 holandeses se enfrentaron a un galeón español que se encontraba en la bahía de Payahe apoyando la defensa tidore. La batalla se saldó con derrota Ternate45. El ataque, el 10 de mayo de 1641, de una armada compuesta por 20 caracoas ternates y el barco holandés Ackersloot fracasó. El fuerte tidore ubicado lejos de la costa, en el interior, era de difícil acceso debiendo remontar un largo trecho del río Tocheo para su asalto46. La expedición de conquista instaló en Gita su base de operaciones (a un cuarto de milla del río Tocheo) para iniciar un asedio sobre el fuerte tidore. La buena defensa del fuerte y la falta de provisiones obligó a los ternates a levantar el asedio y volverse a Ternate. Tras el revés, el sultán de Ternate Hamsia, pidió al gobernador Van Diemen más ayuda para volverlo a intentar, remarcando la urgencia en la ayuda, temiendo que con la llegada del socorro español de Manila a finales de año, pudieran reforzar la zona de Payahe47.
-Éxito ternate de 1642, pérdida del fuerte Tocheo:
Las peticiones del sultán Hamsia fueron atendidas y ternates y holandeses decidieron acometer una nuevo intento de invasión. Esta vez mucho mayor. El 17 de julio de 1642, zarpó del fuerte Malayo una expedición encabezada por el barco holandés Grol y una galera (que había sido capturada a los españoles años atrás). Llegando a Payahe el 21 de julio, 40 holandeses y 200 ternates, iniciaron un asedio sobre el fuerte tidore (no se menciona en ningún momento la presencia española en el lugar). El 2 de agosto se asaltó con éxito el fuerte 48. Tras su toma se decidió enviar un gran número de refuerzos para controlar la zona y el fiscal Roesen (al mando de los holandeses) arrasó el fuerte Tocheo. Un fuerte que aunque pequeño contaba con una muy buena defensa, habiendo sido defendido por 300 tidores y locales49. En agosto de 1642 Tidore ha perdido el fuerte Tocheo y sus almacenes de sagú50. La derrota les privó de su acceso directo a la región de Weda, debiendo hacer una larga travesía de meses para lo que antes conseguían en uno días51. La perdida de Payage obligaba a Tidore a circunnavegar Halmahera por el sur, lo que los holandeses llamaban el estrecho de la Paciencia (straet van Patientia).
-Creación del fuerte Dodinga-Diemen 1644-1645:
Tras la victoria militar de 1642 el rey de Ternate apostó por consolidar la posición, atrayendo nuevos pobladores y construyendo un nuevo fuerte, para lo cual necesitó la ayuda material y humana holandesa. El gobernador Seroijen lo vio bien, ya que desde esta posición hasta Aquilamo controlarían toda la costa, limitando la capacidad de movimientos de Tidore52. En 1644 sabiendo de su importancia estratégica y temiendo un intento de reconquista por parte de tidores y los españoles, el gobernador general Van Diemen propone reforzar la zona53:
“Den Tidorees loert dapper op Piatche, alsoo sich door t´verlies van die spijs camer seer verlegen vint,..T´is apparent soo vanden Spangiart ware gesecondeert geweest, de fortresse gerecouvreert hadde….Ondertusen is de gouvr. Seroijen van advijs, …, dese plaetse volkomen te verseeckeren is, mits een redoubt op de mont van de rivier begrijpende”. (Antonio Van Diemen, diciembre de 1644) (El tidore (sultán?) mira valientemente sobre Piache, como si hubiese sentido mucho la pérdida de su almacén… parece ser que los españoles van a ayudar para recuperar el fuerte…entretanto cree el gobernador Seroijen … que este lugar se puede reforzar totalmente con un reducto en el boca del río.)
Un año más tarde (diciembre 1645) se confirma que el nuevo reducto en la boca del río se ha hecho54. Este testimonio nos documenta que la expulsión tidore de 1642 supuso el fin del fuerte Piache y la construcción de un nuevo fuerte ternate-holandés en un lugar más accesible desde la costa. Con la ayuda gobernador Seroijen, el rey de Ternate Hamzia construyó un nuevo baluarte junto al río, ocupándolo con moros de las zonas de Cajo y Gano, y dejando una guarnición militar compuesta por 10-12 holandeses55:
Hamsia met toe-doen ende hulpe vanden Gouvern Seroijen tegen over Macquian het Tidorese fort Tocheo gewonnen, ´tselve namaels, mits sijn grooten omme-slach, geslecht, ende in plaetse een werden bolwerk eende cant van de riviere, versione met 4 a 5 stukken geschuts, op gebouwt, werdende ´tselve, nevens enige Mooren van Cajo ende Gano, beset ende bewaeckt van 10 a 12 Nederlanders. (Hamsia con la ayuda y la actuación del gobernador Seroijen ha ganado el fuerte Tocheo de Tidore en frente de Maquián, después de eso la ha destruido y en su lugar ha construido una fortaleza al lado del río equipada con 4 o 5 cañones siendo ocupada con moros de Cajo y Gano y defendida por 10 a 12 holandeses).
Este nuevo fuerte (en madera) recibió el nombre de Diemen 56. Con el nuevo fuerte Diemen holandeses y ternates controlaron toda la bahía de Payahe57. En un informe del gobernador Antonio Caen, con fecha 1 de julio de 1648, se nos confirma que se tomó el fuerte tidore pero que se decidió construir un nuevo fuerte en otro lugar58 y que por miedo a que Tocheo pudiera ser recuperado por tidores con ayuda española, Hamsia a llevado a residir a la zona familias de la isla de Maquián a esta zona. En 1649 los tidores intentaron recuperarlo con un ataque de 15-16 caracoas. Sin embargo los holandeses esperando el ataque habían tomado medidas con una defensa de 100 soldados holandeses (a bordo de los barcos Bruynvis y Comcordia) apoyados por 6 caracoas ternates repelieron el intento de recuperación tidore59.
En 1654 el sultán de Tidore Saidi intentó un nuevo ataque sobre Toseho (Toucheo), saldándose de nuevo en fracaso60. La salida española de las Molucas (1663) no impidió que el conflicto entre Ternate y Tidore por su control finalizara. En 1681 siguen las reclamaciones de Tidore de su soberanía, sobre un territorio que históricamente había pertenecido a la isla de Tidore y que Ternate haciendo valer su alianza con los Países Bajos había logrado mantener bajo si control61. Finalmente en 1680 Tidore recuperó el control aunque las disputas con Ternate continuaron en los años posteriores62.
Podemos concluir diciendo que en la corta etapa española parece que el fuerte estuvo en Toseho, aunque los españoles denominaban a toda la zona con el nombre de Payahe. Tidore poseyó el control de la zona hasta 1642 cuando Ternate consiguió su control expulsando a los tidores de Payahe, arrasando el fuerte de origen tidore-español localizado en el interior (Toseho) y construyendo una nueva fortaleza más accesible desde la costa en la boca del río (fuerte Diemen o Payahe, cuyos restos actualmente están localizados y se pueden visitar). Con el control de Ternate se expulsó a la población local (que se refugió en Tidore) y se pobló con gente de la cercana isla de Maquián63. Por tanto, los restos actuales corresponderían con el fuerte Diemen-Payahe, construido entre los años 1644-1645. La ubicación de los restos de la fortificación de Tocheo quedan pendientes de su localización. Estaría situado al oeste del actual fuerte Diemen y en el interior (a una distancia de un tiro de cañón de la costa)64 Futuras labores de excavación arqueológica en una zona más al norte del fuerte Payahe, en la actual zona de Toseho, podrían encontrar los restos del fuerte controlado por los españoles entre los años 1609-1620 y por los tidores entre 1620 y 1642.
CONCLUSIÓN
Podemos documentar que en la costa sur de Halamahera se ubican dos fuertes (hasta ahora desconocidos) de origen español: Tafongo y Toseho. El jesuita Ribero y el franciscano Gregorio de San Esteban coinciden (la del jesuita fechada en 1618 y la del franciscano sin fecha pero con un relato de los hechos que se detienen en 1620) en que hay dos puestos defendidos por españoles y los expedientes militares de los soldados españoles de las Molucas nos confirman que estos dos puestos fueron ocupados durante poco más de una década (desde 1609 hasta 1620). Aunque en la costa de Halmahera también encontramos los restos de otras dos antiguas fortificaciones defensivas: Sidangoli y Akelamo. Sin embargo, y a diferencia de los anteriores, no encontramos documentación que pruebe un origen español.
Mapa de restos de otras antiguas fortificaciones
SIDANGOLI
Al norte de Dodinga y en frente de Ternate. Siendo el punto de las costa de Halmahera más cercano al fuerte Malayo, debió estar bajo la influencia holandesa y ternate. Probablemente utilizado por los holandeses con posterioridad a la salida española de las Molucas de 1663. Su confusión procede de estudios holandeses que atribuían un origen español a la fortificación 65, sin embargo la falta de referencias en la documentación española nos hace descartar su posible origen español.
AQUELAMO
Al sur de Tidore, en frente de la actual isla de Mare se encontrar el lugar llamado como Akelamo (un nombre común utilizado para designar otros lugares de Halmahera, como el río Akelamo junto al fuerte Sabugo, diferente de este Akelamo más al sur, y ubicado por la cartografía neerlandesa de la época en la actual región de Oba). Las fuentes holandesas hacen referencias a un fuerte denominado Aquilamo, por lo que no debemos descartar su ocupación temporal por soldados españoles en alianza con el sultán de Tidore más aún cuando documentamos que en 1634 66 y 1658 67 el enclave es controlado exclusivamente por tidores. Queda pendiente el apasionante reto de la investigación arqueológica en las actuales zonas de Tafongo y Toseho para verificar sobre el terreno lo que nos dicen las fuentes de la época: la comprobación de la existencia de los restos de dos fuertes de origen tidore-español hasta ahora desconocidos en la historia de las Molucas.
1 Archivo Franciscano Ibero-Oriental (AFIO), 21, leg. 3, fol. 10-12. 2 WALL, Ivo Van de: De Nederlandsche oudheden in de Molukken. M.Nijhoff, ‘s-Gravenhage, 1928, p. 281. 3 ANDAYA, Leonard: The world of Maluku: eastern Indonesia in the early modern period. University of Hawaii Press, Honolulu, 1993, pp. 94-95. 4 FRAASSEN, Christian van: Ternate, de Molukken en de Indonesisch Archipel. Van de Soa Organisatie en Vierdeling. Leiden, 1987, vol. I., p. 85. 5 TIELE, P.A. y HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. II Deel, Nijhoff, ’s-Gravenhage, 1890, p. 325. 6 COOLHAAS, W. P. (ed.), Generale missiven van Gouverneurs-Generaal en Raden aan Heren XVII der Verenigde Oostindische Compagnie.’s-Gravenhage, 1960-1976, Deel I., p. 663. 7 COOLHAAS, W. P. (ed.), Generale missiven van Gouverneurs-Generaal en Raden aan Heren XVII der Verenigde Oostindische Compagnie.’s-Gravenhage, 1964, Deel II., p. 117. 8 CHIJS, M.J.A. Van Der, Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1640-1641., ´s-Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1887., p. 30. 9 TIELE, P.A. y HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. II Deel, Nijhoff, ’s-Gravenhage, 1890., pp. 149 y 376. 10 DE HULLU, J., Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1644-1645, ´s- Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1903, p. 9. 11 HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. III Deel, Nijhoff, ’s- Gravenhage, 1895, p. 386. 12 http://www.atlasofmutualheritage.nl 13 CAMPEN, C. F. H., Beschrijving van de Westkust van het Noorder-Schiereiland van Halemahera. ‘s Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1888. Bijdragen tot de Taal, Land en Volkenkunde van Nederlandsch-Indië, Deel 37. 14 Archivo General de Indias (AGI), FILIPINAS, 60, N.12. Informaciones: Lucas de Vergara Gaviria. 15 AGI, FILIPINAS, 42,N.4. Petición de Hernando del Castillo de confirmación de encomienda. 16 AGI, FILIPINAS, 47,N.28. Confirmación de encomienda de Laglag, etc. 17 AGI, FILIPINAS, 47,N.65. Confirmación de encomienda de Masbate. 18 AGI, FILIPINAS,48,N.45. Confirmación de encomienda de Baro. Frente a los problemas con las poblaciones locales de Gilolo y Sabugo, quienes en su rebelión contra los españoles abandonaron sus poblados cuando éstos controlaron los fuertes, los españoles valorarían la población local de la zona, que quizá por su pasado vinculado a Tidore, permanecerían fieles a la llegada de los españoles. 19 SPILBERGEN, Joris Van, The East and West Indian mirror : being an account of Joris van Spilbergen’s voyage round the world (1614-1617), and the Australian navigations of Jacob Le Marie Page, London, Printed for the Hakluyt Society, 1906, p. 144 20 SANCHO RAYÓN, José León, Documentos inéditos para la historia de España, Tomo LII, Madrid, 1868. p. 218. 21 AGI, FILIPINAS, 48,N.67. Confirmación de encomienda de Guisan, etc. 22 Ibidem, 36 23 AGI, FILIPINAS, 7,R.5,N.54. Carta de Manuel Ribeiro a Fajardo de Tenza sobre Terrenate. 24 AGI, FILIPINAS, 49,N.12. Confirmación de encomienda de Tulac, etc.. 25 AGI, FILIPINAS, 50,N.9. Confirmación de encomienda de Gumaca, etc. 26 FRAASSEN, Christian van: Ternate, de Molukken en de Indonesisch Archipel. Van de Soa Organisatie en Vierdeling. Leiden, 1987, vol. I., p. 85. 27 COLEBRANDER, H.T., Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1631-1634., ´s-Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1899., p. 42. 28 COOLHAAS, W. P. (ed.), Generale missiven van Gouverneurs-Generaal en Raden aan Heren XVII der Verenigde Oostindische Compagnie.’s-Gravenhage, 1960-1976, Deel I., p. 314. 29 Nationaal Archief, Den Haag, Verzameling Buitenlandse Kaarten Leupe, nummer toegang 4.VEL, inventarisnummer 473. (www.gahetna.nl) 30 Web Benteng Indonesia 31 DAM’S, Pieter Van, Beschrijvinge van de Oostindische Compagnie 1639-1701, p. 43, 32 AGI,FILIPINAS,60,N.12. Informaciones: Lucas de Vergara Gaviria. 33 AGI, FILIPINAS,42,N.4. Petición de Hernando del Castillo de confirmación de encomienda. 34 AGI, FILIPINAS,47,N.38. Confirmación de encomienda de Albay, etc. 35 AGI,FILIPINAS,47,N.28. Confirmación de encomienda de Laglag, etc. 36 AGI,FILIPINAS,48,N.13. Confirmación de encomienda de Burauen. 37 AGI, FILIPINAS,49,N.25. Confirmación de encomienda de Santa Catalina. 38 SANCHO RAYÓN, José León, Documentos inéditos para la historia de España, Tomo LII, Madrid, 1868, p. 218. 39 AGI, FILIPINAS,47,N.28. Confirmación de encomienda de Laglag, etc. “Los presidios de Payaya y Tafongo que son en la tierra firme de la Batachina” 40 SANCHO RAYÓN, José León, Documentos inéditos para la historia de España, Tomo LII, Madrid, 1868, p. 399. 41 AGI,FILIPINAS,7,R.5,N.54. Carta de Manuel Ribeiro a Fajardo de Tenza sobre Terrenate 42 AFIO, Crónica, Primera parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas. Fr. Antonio de la Llave, cronista de la misma Provincia. Año 1625, p. 1234. 43 COLEBRANDER, H.T., Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1631-1634., ´s-Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1899., p. 42. 44 CHIJS Van Der, M. J. A., Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1640-1641.,´s- Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1887. p. 31. 45 HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. III Deel, Nijhoff, ’s- Gravenhage, 1895, pp. 65-68. Se narra la batalla. 46 COLEBRANDER, H.T., Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1641-1642., ´s-Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1900. pp. 39-41. 47 CHIJS Van Der, M. J. A., Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1640-1641.,´s- Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1887. p. 437. 48 Ibidem, p.30. 49 COLEBRANDER, H.T., Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1641-1642., ´s-Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1900. p. 45 50 Ibidem, p. 43 51 FRAASSEN, Christian van: Ternate, de Molukken en de Indonesisch Archipel. Van de Soa Organisatie en Vierdeling. Leiden, 1987, vol. II, p. 103. 52 HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. III Deel, Nijhoff, ’s- Gravenhage, 1895, p. 65. 53 Ibidem, p. 179. 54 HEERES, J.E., De Opkomst van het Nederlandsch gezag in Oost-Indie : Verzameling van Onuitgegeven stukken uit het Oud-Kolonial Archief, ´s. Gravenhague, Martinus Nijhoff, 1895. p. 273. “Den Tiodorees dus geattaqueerd ende van zijn maintementos ontbloot sijnde, ook bemerkende dat de nieuwe reduijt op de mont vande reviere van Pistache gerecht, die spijscamer soo verzekerd dat daar niet aan te comen es..” 55 HEERES, J.E., De Opkomst van het Nederlandsch gezag in Oost-Indie : Verzameling van Onuitgegeven stukken uit het Oud-Kolonial Archief, ´s. Gravenhague, Martinus Nijhoff, 1895. p. 387. 56 HULLU, J. De, Daghregister gehouden int Casteel Batavia vant passerende daer ter plaetse al over geheel Nederlans India. anno 1644-1645, ´s- Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1903, p. 9. 57 Ibidem, p. 2. 58 HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. III Deel, Nijhoff, ’s- Gravenhage, 1895, p. 387. 59 COOLHAAS, W. P. (ed.), Generale missiven van Gouverneurs-Generaal en Raden aan Heren XVII der Verenigde Oostindische Compagnie.’s-Gravenhage, 1964, Deel II., pp. 370-371. 60 Ibidem, p. 771. 61 COOLHAAS, W. P. (ed.), Generale missiven van Gouverneurs-Generaal en Raden aan Heren XVII der Verenigde Oostindische Compagnie.’s-Gravenhage, 1968, Deel III., p. 429. 62 FRAASSEN, Christian van: Ternate, de Molukken en de Indonesisch Archipel. Van de Soa Organisatie en Vierdeling. Leiden, 1987, vol. II, p. 104. 63 HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. III Deel, Nijhoff, ’s- Gravenhage, 1895, p. 387. 64 FRAASSEN, Christian van: Ternate, de Molukken en de Indonesisch Archipel. Van de Soa Organisatie en Vierdeling. Leiden, 1987, vol. II, p. 103. 65 WALL, Ivo Van de: De Nederlandsche oudheden in de Molukken. M.Nijhoff, ‘s-Gravenhage, 1928, p. 78.
KROM, N.J., “Bulletin Van Den Nederlandschen Oudheidkundigen Bond Tweede Jaargang”, 1922, Oudheidkundig Jaarboek 3E Serie, (Uitgegeven Te Utrecht Bij A. Oosthoek), 1922, pp.60-82. Disponible en Universitätsbibliothek Heidelberg 66 TIELE, P.A. y HEERES, J.E.: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. II Deel, Nijhoff, ’s-Gravenhage, 1890, p. 260. 67 Confirmación de encomienda de Mambusao AGI, FILIPINAS,54,N.11.
Antes que Ternate o Tidore, Halmahera fue el primer territorio en establecer vínculos con los españoles. Nos debemos remontar a la primera mitad del siglo XVI, cuando las primeras expediciones españoles procedentes de América, recalaron en diferentes lugares de la isla, para desde allí, abordar la llegada a las islas de Ternate y Tidore. En esta época destacó la población de Zamafo o Samafo, al convertirse en la escala previa de las primeras expediciones españolas en su camino a los grandes reinos de las Molucas. Este hecho creó un importante vínculo entre los españoles y diferentes poblaciones de Halmahera, que se tradujo en la firma de alianzas con el objetivo de oponerse al dominio portugués del archipiélago.
GILOLO (1608/11-1620)
Fuertes de Gilolo (Gamlamo-Jailolo) y San Cristobal de Dofasa (Gufasa).
El pueblo de Gilolo tiene una gran importancia en las islas Molucas, al ser uno de los cuatro reinos históricos del archipiélago. El rey de Gilolo, junto a los monarcas de Ternate, Tidore y Baquián constituían los cuatro grandes poderes de la cultura moluca. El vínculo español con Gilolo se remonta a 1526, con la llegada de la expedición de García Jofre de Loaysa (en la que iba Andrés de Urdaneta) cuando tras atravesar el Pacífico los españoles fueron muy bien recibidos en Gilolo antes de proseguir hasta su destino final en Tidore 1. Dos años después, en 1528, documentamos la presencia de una veintena de españoles en Gilolo. Los españoles fueron invitados por el rey de Gilolo a residir en su reino y en agradecimiento por su hospitalidad ayudaron a mejorar la construcción defensiva de la población. Durante su estancia la población española aumentó con la llegada de nuevos expedicionarios procedentes de la expedición de Alvaro de Saavedra, que en 1527 había zarpado de Nueva España y que tras llegar a las Molucas (1528) había fracasado en su intento de regresar a América por el Pacífico2. Durante estos años la estancia no fue fácil, los portugueses, presentes en las Molucas desde 1511 y contrarios al establecimiento de los españoles en este territorio, los atacaron en continuas ocasiones con el objetivo de expulsarlos de las Molucas. Los españoles tras ser forzados a dejar Tidore, encontraron refugio en Gilolo.
En 1529 todos los españoles llegados a las Molucas (alrededor de unos sesenta) se encontraban en Gilolo bajo la protección de su rey esperando la posible llegada de refuerzos 3. Las malas condiciones de vida y la escasez de recursos los fueron diezmando y debilitando su resistencia. Finalmente, en 1533, los portugueses lograron expulsar de Gilolo a los 19 españoles supervivientes, trasladándolos a su fortaleza de Ternate para después llevarlos a España a través de la India. Gilolo pasó a estar bajo control portugués4. En 1535 los pocos españoles que aun permanecía en las Molucas (Andrés de Urdaneta entre ellos) aceptaron las propuestas lusas y abandonaron las islas de las especias, tras haber estado ocho años en ellas5.
Otra nueva expedición comandada por Hernando de Grijalva terminó con muy mal resultado. Los pocos españoles que lograron llegar a Tidore en 1538 se vieron obligados a entregarse a los portugueses. Pocos años después los supervivientes de la expedición de Rui Lopez de Villalobos (la cuarta y última expedición española a las Molucas que salió de México en 1542), fueron muy bien recibidos por el rey de Gilolo en enero de 1544. Aunque no estaban autorizados a llegar al Maluco (debido al reconocimiento español de la soberanía portuguesa en virtud de la firma del Tratado de Zaragoza en 1529), el hambre y la necesidad forzó a la expedición a recalar en Halmahera. El soberano de Gilolo viendo en la llegada de los españoles su última oportunidad para conseguir contrarrestar el dominio luso, les ofreció hacer una fortaleza. Los españoles aceptaron la invitación y retomando la antigua alianza construyeron dos casas y ocuparon la fortaleza local6. La alianza con Gilolo no fue tolerada por Portugal, y desde Ternate se organizó una expedición para expulsar a los españoles y someter al rey de Gilolo a su obediencia. El 23 de noviembre de 1645 los lusos iniciaron un cerco sobre Gilolo. Tras 13 días de infructuosos asedio se tuvieron que retirar7. Pese a esta victoria parcial, los españoles eran conscientes de la imposibilidad de poder resistir mucho más. Se debatían entre mantenerse fieles a la alianza con Gilolo permaneciendo en las Molucas hasta el final, o aceptar la oferta lusa de rendición con condiciones. Finalmente, la falta de refuerzos y las duras condiciones de vida, les hicieron aceptar la oferta portuguesa de regresar a España por la vía de la India. Como ya supusieron los españoles, a Gilolo su alianza con España le acarreó fatales consecuencias. En 1651, la represalia lusa por su ayuda a los españoles conllevó la destrucción de su fortaleza y de su pueblo, su incorporación al reino de Ternate y la perdida del título de rey (que pasó a ser sangihe, cargo local que lo igualaba al de muchas otras islas de las Molucas). Para Andaya este hecho fue clave en la historia de las Molucas, marcando el inicio de un declive de la cultura local, y responsable de su inferioridad ante los colonizadores europeos en los siglos posteriores. La caída y degradación de Gilolo conllevó la quiebra del equilibro local al romperse uno de los cuatro pilares sobre los que éste se asentaba (recordemos que Gilolo junto a Baquián, Ternate y Tidore eran los cuatro grandes reinos de las Molucas)8.
Ya en el siglo XVII, gracias a la conquista de Ternate del gobernador de Filipinas Pedro de Acuña (1606) Gilolo pasó a ser española. En las capitulaciones firmadas tras la conquista, el sultán Zayde de Ternate, cedía su soberanía a los españoles. El 14 de abril de 1606, Juan Juarez de Gallinato, acompañado del capitán Cristobal de Villagra y el interprete Pablo de Lima tomaban posesión de la población de Gilolo9.
Pese a todo, el control duró poco. Gilolo (muy vinculada a Ternate) se unió a los rebeldes ternates que se oponían al reconocimiento de la nueva soberanía española y con la ayuda de un barco holandés fondeado en las cercanías de su costa, se rebelaron al control español. La respuesta no tardó en llegar, y en noviembre de 1606, una flota de 2 galeras españolas (con 120 soldados a bordo) acompañada de 12 caracoas (embarcaciones locales a remos) tidores, fue enviada a Gilolo. Conocemos los detalles de la operación gracias a las órdenes que el capitán Pascual de Alarcón firmó en la galera capitana de la flota, poco antes del ataque, el 7 de diciembre de 1606 10. Con apoyo de la artillería de las galeras los españoles lograron tomar la población. Sin embargo, la falta de recursos impidió consolidar su posesión. Los españoles volvieron a intentarlo en 1608, Pedro de Heredia tomó y quemó la población provocando la huida de la población local, pero no tampoco logró consolidar la plaza, que se acabó abandonado poco después de su toma11.
Hay que esperar a la llegada del gobernador Juan de Silva a las Molucas para que cambiase la situación. El gobernador de Filipinas, tras haber derrotado a una gran escuadra holandesa en la bahía de Manila (batalla de Playa Honda de 1610) creyó que había llegado el momento de intentar la expulsión de los holandeses de las Molucas. Para lograrlo organizó una gran expedición desde Manila que tras llegar a Ternate se dirigió a la conquista de Gilolo. Este vez los refuerzos fueron suficientes y la toma de la plaza conllevó la fortificación y la consolidación del lugar. Lo llevó a cabo el gobernador de las Molucas Cristobal de Azcueta, dejando al mando de la plaza al sargento mayor Fernando Centeno Maldonado12. Además de consolidar la fortificación preexistente los españoles construyeron una segunda fortaleza al norte de la principal, situada junto a la entrada del río que comunicaba el mar con la ciudad y que controlaba el puerto de Gilolo13. Los españoles bautizaron esta segunda fuerza como el fuerte de San Cristobal. Su fundación cumplía una importante función estratégica al controlar el acceso marítimo a Gilolo. La fortaleza fue construida en piedra, haciendo cal y cargando piedras para su construcción14. Fuentes holandeses cifran en un número entre 50 y 60 a los españoles que defendían Gilolo junto a medio centenar de familias locales (el resto huyó tras la conquista)15. Las condiciones fueron de extrema dureza. Al año de la toma, gran parte de los españoles habían enfermado de beriberi y 40 tuvieron que ser trasladados al hospital de Ternate16. Sin embargo, los españoles se esforzaron en su control y desde Ternate se envió al cabo de escuadra Alonso Garcia Romero quien junto a otros 12 soldados levantaron una muralla sobre un caballero de la fuerza de Gilolo17. En 1613, Fernando Centeno Maldonado estaba al mando de la fuerza aunque las dificultades aumentaban, ya que al abandono del cercano puesto de Sabugo, había que sumar la presión que ternates y holandeses ejercían (establecidos en
el puesto de Gamocanora). La clave para resistir fue el apoyo del rey de Tidore. El gobernador de las Molucas consciente de ello, siempre exigió que Gilolo estuviese también guarnecido por fuerzas tidores. En 1614, treinta tidores se encontraban apoyando al casi centenar de españoles y pampangos que defendían la plaza18. Los españoles amenazados y rodeados por los enemigos ternates y holandeses, carecían de medios de subsistencia, dependiendo de la llegada de embarcaciones de Ternate y Tidore para su alimentación. Una ayuda que debía romper el bloqueo marítimo que los enemigos establecieron sobre la costa de Gilolo. En 1614, Fernando de Ayala con la galera Santa Isabel consiguió introducir ayuda, rompiendo el cerco compuesto de 1 nao holandesa y 10 caracoas ternates19.
Detalle de mapa publicado por Ivo Van de Waal en el que se aprecia la ubicación del fuerte de Dofasa (Gofasse).
El 5 de febrero de 1614, Gerónimo de Silva relevó a Fernando Centeno, nombrando a Pedro de Ermua como nuevo máximo responsable de la fuerza 20. Durante su mandato, que duró 17 meses, consolidó la defensa (pasando mucho trabajo en fortificar de piedra a aquel puesto21). Pedro de Ermua se encargó de la defensa de la fuerza principal de Gilolo, dejando al mando de la segunda fuerza (ahora denominada San Cristobal de Dofasa) a Bartolomé Diaz Barrera22 y aunque se consiguió repeler un nuevo asalto enemigo y evitar que los pocos locales que aun permanecían en Gilolo se aliaran con los holandeses, la situación siguió siendo crítica. La guerra despobló aún más los alrededores del fuerte y el aislamiento de los españoles se agravó. El 12 de abril de 1615, Pedro de Ermua -junto a toda su compañía- fue sustituido por el capitán Francisco de Vera y Aragón23. La situación seguía siendo muy complicada, pese a que el nuevo jefe de la guarnición evitó un desembarco ternate-holandes. Habiendo el enemigo capturado la galera que traía el socorro a esta fuerza, tuvo que adentrarse en el interior de Halmahera para la obtención de víveres en territorio enemigo24 Francisco de Vera nos informa de la única razón por la que los locales no se rebelaban, que no era otra que su temor ante lo que creían que era inminente: la llegada de una gran escuadra de Filipinas al mando de don Juan de Silva25. En 1616 encontramos un nuevo responsable en Gilolo, el alférez Matías de la Cruz, quien sigue señalando el peligro de una inminente rebelión local ante las continuas ofertas de apoyo que recibían de holandeses y ternates. Pese a todo, la guarnición aguantaba e incluso documentamos la presencia de una casa de religiosos hecha por los franciscanos Gabriel de San Gregorio y Juan Montero26.
Para 1618, según el informe que el jesuita Manuel Ribeiro hace de la situación en las Molucas, los españoles siguen en Gilolo 27. Sin embargo desde Ternate, a 30 de junio de 1618, el gobernador Lucas de Vergarapropone al rey que se abandonen las dos fortalezas españolas en Gilolo28:
“Las dos fortalezas que SM tiene en Gilolo como V sabe no sirven sino de tener allí ocupados 80 soldados, los sesenta de españoles y cada día traen muertos y enfermos que para la falta que en estas importan tenemos hicieran mucho al caso y allí no son de provecho y siempre que el enemigo vaya sobre ello con poder quedan sin poderse socorrer ni por mar ni por tierra y así me parece por estas y por otras razones fuera acertado dejarlas antes que nos obligue a ello por la fuerza. VS tomase considerar y ordenar los que más convenga”
Pese a todo, un año después, los españoles resistían en Gilolo. El 9 de marzo de 1619, el propio gobernador ordenó al responsable de los fuertes de Santa Lucía de Calamata y San Pedro y San Pablo de Ternate que acudiese con 20 soldados a llevar municiones y bastimentos a las guarniciones de Gilolo y a relevar a parte de tropa29.
Finalmente el desmantelamiento de Gilolo se produjo en 1620. Nos lo confirma el franciscano Gregorio de San Esteban, quien además nos describe el estado de la fortaleza principal describiéndola como una fuerza de 3 baluartes con una punta en diamante, 6 piezas de artillería comandada por un capitán al mando de 60 soldados (peses a tener una capacidad de hasta 200 plazas)30
La evacuación obedeció a una orden del nuevo gobernador Luis de Bracamonte, quien llegado a Ternate en 1620, decidió cederlas a Tidore. El gran gasto y el poco rendimiento fueron las causas de fondo de esta decisión. Sin embargo, el franciscano Antonio De La Llave nos aporta una causa más concreta: la mala relación del príncipe de Tidore con los españoles. A diferencia de su padre el rey de Tidore, el príncipe Cachil Naro siempre se mostró muy escéptico ante la tradicional alianza España-Tidore. Los españoles a su vez recelaban mucho de él, ya que pese a tener medios y ofrecerle colaboración militar, siempre rehusó a atacar a los holandeses. Una embajada española encabezada por el sargento mayor Alonso Martín Quirante fue a pedirle explicaciones. La tensión fue en aumento, una palmada del sargento mayor sobre la silla del rey fue interpretada como un gesto de agresión por el cuñado del príncipe, quien respondió amenazando con un kris (daga local) al sargento mayor. Los españoles conocedores de importancia de la alianza con Tidore, no respondieron a las amenazas, y volvieron a Ternate para reportar lo sucedido. En junta con el gobernador Bracamonte se decidió tener un gesto amigo con Tidore que ayudara a calmar al príncipe y a sus seguidores, cediendo los fuertes españoles en Halmahera. Con la evacuación de estos puestos para su cesión a Tidore, los españoles buscaban reforzar sus plazas en la isla de Tidore. Sospechando una posible rebelión local encabezada por el príncipe, buscaban garantías de poder sofocarla31. En cuanto a Tidore, que venía reclamando el control de los fuertes de Gilolo desde años atrás, tardó muy poco en perderlos frente a los ataques de Ternate32. En el mismo año de su cesión 200 ternates acompañados de 20 holandeses arrebataron Gilolo a Tidore33.
De la experiencia española en este lugar podemos extraer la conclusión que en Gilolo se localizaron dos fortalezas. La principal, cuyo origen se remonta al siglo XVI, de origen local aunque contó con la colaboración española en su construcción. Los últimos estudios de Syahruddin Mansyur nos confirman que su estructura actualmente se conserva (Benteng Gamlamo). Ubicada sobre un promontorio a 24 metros sobre el nivel del mar, cerca del río y a 5 kilómetros de la costa34. Una segunda fortaleza de origen español llamada San Cristobal de Dofasa, construida en 1611 junto a la costa que en ese momento constituía el puerto de Gilolo, con el objetivo del control del acceso marítimo a la población principal. Este fuerte corresponde con el Benteng Gufasa registrado por Syahruddin Mansyur y anteriormente por Ivo van der Waal35. La documentación española de la época nos confirma el origen español de la construcción, hecho desconocido hasta el momento.
SABUGO- JABUGO (1611-1613)
Fuerte de la población (Benteng Sabuga) y fuerte del puerto (Benteng Tabuga)
A solo un día por mar de Malayo36. Junto al río del mismo nombre, era el puerto y la población que controlaba la región de Sahu (región de Halmahera al norte de Gilolo). El inicio de la soberanía española en Sabugo tiene su origen en la conquista de Ternate de 1606. En las capitulaciones firmadas entren el gobernador de Filipinas Pedro de Acuña y el sultán Zayde de Ternate, éste cede, entre otros lugares, el pueblo de Sabugo. Tras la conquista de Ternate, fue el lugar donde se escondió el sultán Zayde, y a donde fue a buscarlo una expedición española al mando del capitán Villagra compuesta de 100 hombres embarcados en 2 galeras y acompañados por el sultán de Tidore37. Tras volver a Ternate y firmadas las capitulaciones, el 17 de abril Juan Juarez de Gallinato toma la población de Jabugo en presencia de toda la aristocracia local38. El control no fue fácil, la existencia de locales rebeldes, que se oponían al nuevo control español, junto a la presencia de un barco holandés en las cercanías de la costa de Halmahera, obligó a los españoles a enviar una expedición desde Ternate para el control de la situación. Unos meses después, en noviembre, la misma expedición que logró la toma de Gilolo, consiguió poco antes hacerse con el control de Sabugo. Como vimos en Gilolo, el dominio español no fue firme, tratándose más bien de una expedición de castigo. Habrá que esperar a 1611, cuando la llegada de una gran flota desde Manila al mando del gobernador de Filipinas Juan de Silva hizo posible establecer una guarnición permanente. La plaza fue arrebatada a los holandeses gracias a un ataque comandado por el maestre de campo Cristobal de Azcueta. Con las galeras controlando el acceso al río, se pudo remontar su curso para acceder a las cercanías del fuerte. Sin embargo, el camino al fuerte no fue fácil, debiendo atravesar a pie un terreno pantanoso donde el agua llegaba hasta la cintura39, estando a merced de los disparos enemigos (entre los heridos, el capitán Alonso de Castañeda recibió un balazo en la cabeza40 mientras que Pedro de Ermua lo tuvo en el muslo derecho41). Tras la toma Cristobal de Azcueta reforzó el fuerte para su defensa poniendo al mando a Juan de Zayas y Espinosa. Al igual que hicieron en Gilolo, los españoles conscientes de los futuros ataques de holandeses y ternates, quisieron mejorar la defensa de la nueva plaza. Construyeron un segundo baluarte a la entrada del río con el objetivo de controlar el acceso por mar a la población. Fuentes holandeses documentan en 60 españoles y 50 pampangos (nativos de las islas Filipinas al servicio de España), el número de soldados que defendían Sabugo. También nos dicen que los locales huyeron para refugiarse en la vecina Gamoconora42.
Las condiciones en Sabugo fueron muy precarias, el beriberi causó un gran número de bajas en la guarnición y aunque los españoles consiguieron hacer llegar ayuda por mar desde Ternate, la falta de recursos en las cercanías del fuertes y las continua amenaza de un asalto enemigo complicaron la situación. Conocedor de las dificultades, el 12 de febrero de 1613, el gobernador de las Molucas Geronimo de Silva ordenó al sargento mayor Fernando de Ayala que reforzase Sabugo con el envío de armamentos y soldados (por lo menos debían permanecer 40 españolas para su defensa). Sin embargo, poco después, la política sobre esta plaza tomó un giro drástico. La perdida de la plaza de Marieco en Tidore ante los holandeses, cambió la situación. Se decidió reforzar la cercana plaza de Tomarina en Tidore a costa de la de Sabugo. Aunque se siguió manteniendo la plaza de Gilolo, los efectivos se Sabugo fueron trasladados a Tomarina. El franciscano Antonio De la Llave nos confirma el traslado43:
“Por proveer todo esto de gente (se refiere a la isla de Tidore, tras la perdida de Marieco) , por haber falta de ella, se hubo de desmantelar dos fuerzas que había en Sabugo, la una quedando a la lengua del agua en un río que hay allí, bien proveido de gente y de artillería, y deshaciendo otro q estaba la tierra dentro por no servia más que de ocupar gente en guardarla por haber ido los naturales. En esto se gastó desde el principio del año 1613 hasta 20 del mes de abril”
Los dos fuertes españoles en Sabugo fueron abandonados. Los holandeses los tomaron poco después dejando una guarnición de 20 soldados. Con la salida española los naturales volvieron a habitar Sabugo. Los holandeses lo utilizarán para proveerse de sagú, tabaco y otros alimentos del interior de Halmahera44.
Las recientes investigaciones de Syahruddin Mansyur también nos confirman la existencia de dos fuentes en esta zona, coincidiendo con lo registrado en las fuentes españoles: un fuerte en la población y otro en el acceso de la costa sobre la zona que servia de puerto. Ambos son denominados localmente con los nombres de Sabuga di Lako Akelamo (correspondería con la fuerza principal) y Tabula (no muy lejos de la anterior y más cercano a la playa)45.
GAMOCONORA (Gamkonora)
También conocida como Bocanora o Socanora, su nombre procede de la unión en legua local de gama (medio) y canora (tierra), señalando la tierra del medio46, por estar a medio camino entre Gilolo y Morotai (tierra del Moro o Batochina). A 4 leguas al norte de Sabugo, también en la costa47, el lugar pasó a los españoles por los derechos de conquista obtenidos en la victoria sobre el sultán de Ternate. Prueba de este nuevo vasallaje es que uno de los jefes locales de Gamoconora fue llevado a Manila acompañando al sultán de Ternate48. Los españoles lo describen como el pueblo más grande de las costa de Halmahera, junto a un río muy caudaloso. El 12 de junio de 1606 una flota española desembarcó en la playa, a una legua del pueblo, y tras atravesar un monte muy espeso, encontraron el pueblo deshabitado tras la huida de toda la población ante las noticias de su llegada 49. Tras una incursión en el interior, los españoles abandonaron esta zona, no sin antes saquear y quemar la población50.
Las fuentes españoles no nos documentan la toma del lugar, solamente nos informan de varias expediciones de ataque sobre Gamoconora (que albergaba una pequeña guarnición holandesa). Solamente registramos un breve control temporal de la plaza en 1614, cuando el capitán Pedro de la Fuente Urrez, nombrado cabo de la fuerza, tuvo que hacer frente a un gran ataque enemigo compuesto de 43 embarcaciones ternates, 4 galeones de guerra holandeses y tropas auxiliares japonesas. Pese al gran asedio, con una fuerte carga de artillería y tres intentos de asalto, se pudo resistir quedando 5 españoles vivos51. Su control no debió por tanto durar mucho, la evacuación de Gilolo y Sabugo, no hizo posible el mantenimiento de esta posición.
CONCLUSIÓN
Pese a que por la conquista de Ternate, los españoles era legítimos soberanos de esta región nunca llegaron a establecer un fuerte control de ella. El norte de la isla de Halmahera, con una férrea oposición de la población local (fuertemente vinculada a Ternate tras la perdida de su autonomía y su vasallaje a Ternate en 1651) y el interés del control holandés de la zona (muy cerca de su base de operaciones en Ternate, el fuerte Malayo) impidió el establecimiento español en ella (salvó un corto espació de tiempo entre los años 1608 y 1620). El gran gasto humano y económico que suponía su control no compensaba el mantenimiento de estos fuertes e hizo que ante la amenaza holandesa sobre Tidore, se decidiese levantar las guarniciones de Halmahera para trasladarlas a Tidore. No obstante, el breve paso español en estos lugares durante la segunda década del siglo XVII sirvió para reconstruir las dos fortalezas locales de Gilolo y de Sabugo, así como fundar dos nuevas, las construidas para el control del acceso al puerto de ambas poblaciones: los fuertes de Dofasa y Tabuga, cuyos restos actualmente, aunque en muy mal estado, se pueden localizar. Podemos certificar, en base a la documentación española de la época, que estos dos emplazamientos tienen un origen español.
1 Colección de documentos inéditos, relativos al descubrimiento … de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía, sacados de los archivos del reino, y muy especialmente del de Indias. Tomo. V. Luis Torres de Mendoza, 1882. p. 20 2 Ibidem, p. 31. 3 Ibidem, p. 38. 4 Ibidem, p. 49. 5 ANDAYA, Leonard, “Los primeros contactos de los españoles con el mundo, de las Molucas en las Islas de las Especias”, Revista Española del Pacífico, Nº 2, 1992. 6 Colección de documentos inéditos, relativos al descubrimiento … de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía, sacados de los archivos del reino, y muy especialmente del de Indias. Tomo. V. Luis Torres de Mendoza, 1882. p. 133. Relación del viaje q hizo desde Nueva España a las islas del Poniente Ruy Gomez de Villalobos por orden del virrey Antonio de Mendoza (Lisboa, 1 agosto 1548, Garcia de Escalante) 7 Ibidem, p. 195. 8 ANDAYA, Leonard, “Los primeros contactos de los españoles con el mundo, de las Molucas en las Islas de las Especias”, Revista Española del Pacífico, Nº 2, 1992. 9 Archivo General de Indias (AGI), PATRONATO, 47.R7.f.3. 10 AGI, FILIPINAS,47,N.47. Confirmación de encomienda de Cuyo. 11 AGI, FILIPINAS,40,N.43. Dejación de plaza de Pedro de Heredia. 12 AGI, FILIPINAS,60,N.18. Informaciones: Fernando Centeno Maldonado. 13 AGI, FILIPINAS,48,N.39. Confirmación de encomienda de Agoo. 14 AGI, FILIPINAS,50,N.19. Confirmación de encomienda de Buguey. 15 SPILBERGEN, Joris Van, The East and West Indian mirror : being an account of Joris van Spilbergen’s voyage round the world (1614-1617), and the Australian navigations of Jacob Le Marie Page, London, Hakluyt Sciety, 1906. p. 144. 16 SANCHO RAYÓN, José León, Documentos inéditos para la historia de España, Tomo LII, Madrid, 1868, p. 22. 17 AGI, FILIPINAS,48,N.26. Confirmación de encomienda de Filipinas. 18 SANCHO Rayón, José León, Documentos inéditos para la historia de España, Tomo LII, Madrid, 1868. p. 226. 19 AGI, FILIPINAS,49,N.18. Confirmación de encomienda de Filipinas. Detalle de mapa publicado por Ivo Van de Waal en el que se aprecia la ubicación del fuerte de Dofasa (Gofasse). WALL, Ivo Van de: De Nederlandsche oudheden in de Molukken. M.Nijhoff, ‘s-Gravenhage, 1928. 20 AGI, FILIPINAS,47,N.28. Confirmación de encomienda de Laglag, etc. 21 Idem. 22 AGI, FILIPINAS,48,N.13. Confirmación de encomienda de Burauen. 23 AGI, FILIPINAS,47,N.28. Confirmación de encomienda de Laglag, etc. 24 AGI, FILIPINAS,48,N.44. Confirmación de encomienda de Candaba, etc. 25 SANCHO Rayón, José León, Documentos inéditos para la historia de España, Tomo LII, Madrid, 1868. p. 319. 26 AFIO, Crónica, Primera parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas. Fr. Antonio de la Llave, cronista de la misma Provincia. Año 1625, p. 1328. 27 AGI, FILIPINAS,7,R.5,N.54. Carta de Manuel Ribeiro a Fajardo de Tenza sobre Terrenate. 28 AGI, FILIPINAS,7,R.5,N.53. Carta de Alonso Fajardo de Tenza. 29 AGI, FILIPINAS,47,N.65. Confirmación de encomienda de Masbate. 30 Archivo Franciscano Ibero-Oriental (AFIO), 21, leg. 3, fol. 10-12. 31 AFIO, Crónica, Primera parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas. Fr. Antonio de la Llave, cronista de la misma Provincia. Año 1625, p. 1234. 32 FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín, Colección Navarrete , Archivo Museo Naval, Relación de las islas Filipinas 1620-21,Nav.VI. fol. 112. doc.8.) “con los tidores que siempre han sido nuestros amigos y enemigos de los holandeses, tuvimos este año disenciones, envenenaron unos un pozo de donde bebía la gente vio luego la maldad y así no hubo daño ninguno, ya se ha compuesto la cosa y estamos amigos como antes…..La fuerza de Gilolo q dicen nos era de muy poco provecho y de gasto la desamparamos dejándola en poder de los Tidores que nos la pidieron, más los ternates que son nuestros enemigos se la ganaron” 33 AFIO, 21, leg. 3, fol. 10-12. 34 MANSYUR SYAHRUDDIN, “Sebaran Benteng Kolonial Eropa Di Pesisir Barat Pulau Halmahera: Jejak Arkeologis Dan Sejarah Perebutan Wilayah Di Kesultanan Jailolo”, PURBAWIDYA Vol. 5, No. 2, November 2016: 138. (Distribution of European Colonial Fortress in Coastal of West Halmahera Island: Archaeological Traces and History of Annexation in the Sultanate Jailolo Region). 35 WALL, Ivo Van de: De Nederlandsche oudheden in de Molukken. M.Nijhoff, ‘s-Gravenhage, 1928. 36 Real Academia de Historia, Fondo Jesuita, tomo 185, leg.23. 37 ARGENSOLA BARTOLOMÉ, Leonardo de: Conquista de las Islas Malucas. Miraguano Ediciones y Ediciones Polifemo, Madrid, 2009, p. 367. 38 AGI, PATRONATO, 47.R7.f.4. 39 AFIO, 21, leg. 3, f. 43. 40 AGI, FILIPINAS,39,N.42. Petición de Alonso de Castañeda de confirmación de encomienda. 41 AGI, FILIPINAS,47,N.28. Confirmación de encomienda de Laglag, etc. 42 SPILBERGEN, Joris van, The East and West Indian mirror: being an account of Joris van Spilbergen’s voyage round the world (1614-1617), and the Australian navigations of Jacob Le Marie Page, London: Printed for the Hakluyt Sciety, 1906, p. 143. 43 AFIO, Crónica, Primera parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas. Fr. Antonio de la Llave, cronista de la misma Provincia. Año 1625, p. 977. 44 RAH, Fondo Jesuita, tomo 185, leg.23. Manila 6 junio de 1619. 45 MANSYUR SYAHRUDDIN, “Sebaran Benteng Kolonial Eropa Di Pesisir Barat Pulau Halmahera: Jejak Arkeologis Dan Sejarah Perebutan Wilayah Di Kesultanan Jailolo”, PURBAWIDYA Vol. 5, No. 2, November 2016: 133-150. 46 ARGENSOLA BARTOLOMÉ, Leonardo de: Conquista de las Islas Malucas. Miraguano Ediciones y Ediciones Polifemo, Madrid, 2009, p. 375. 47 AFIO, 21, leg. 3, f. 12. 48 AGI, PATRONATO, 47.R.11. 49 AGI, PATRONATO,47,R.21.f.2-3 50 AGI, FILIPINAS,40,N.43. Dejación de plaza de Pedro de Heredia. 51 AGI, FILIPINAS,48,N.39. Confirmación de encomienda de Agoo.
Santa Lucia y San Francisco de Calamata (1618-1663)
Escrito por: Antonio C. Campo López – antoniocampolopez@gmail.com
En 1606, una gran expedición militar al mando del gobernador de Filipinas Pedro de Acuña logró la conquista de Ternate. Pese al éxito inicial, con la toma de la capital y de la residencia del sultán, no se pudo lograr el control total de la isla. Un año después, en 1607, una flota neerlandesa, al mando del almirante Cornelis Matelieff, llegó a Ternate para apoyar a los grupos rebeldes que se negaban a aceptar la soberanía hispana. Aunque no lograron expulsar a los españoles, si consiguieron establecerse en la isla y fundar sobre el pueblo local de Malayo su fuerte principal: Fort Orange (Fuerte Malayo en los documentos españoles) que pasó a convertirse en la capital neerlandesa en las Molucas.
Las disputas entre los europeos hizo que la isla de Ternate quedase dividida en dos zonas claramente diferenciadas. Los españoles, con su capital en el fuerte-ciudad de Nuestra Señora del Rosario (actual Kastella, construido sobre el antiguo fuerte portugués de San Juan Bautista) y la fortaleza de San Pedro y San Pablo de Don Gil controlaban la costa suroeste de la isla. Por contra, los neerlandeses y ternates lograron imponerse en el resto de Ternate, gracias a los fuertes de Malayo, Toluco y Tacome, controlaron el este y norte de la isla. El gran volcán que dominaba la isla había impedido históricamente la ocupación del centro de Ternate, siendo en la zonas costeras donde se ubicaban las poblaciones locales y donde también los europeos dispusieron sus fuertes.
Mapa. Fuertes en Ternate y el norte de Tidore
El lugar de Calamata marcaba la frontera entre las dos zonas. Al este de la actual laguna de la isla -en el terreno costero enfrentado a la isla de Maytara- los españoles lograron establecer un fuerte a escasos metros de la zona enemiga. Este lugar, desde el que se divisaba el fuerte Malayo, quedaba enfrentado a escasos metros del fuerte holandés de Calamata, de ahí su denominación en las fuentes españolas como frontera del enemigo. Su cercanía no era casual. El fuerte español se construyó en 1618 en respuesta a la fundación del fuerte holandés de Calamata (1), que a su vez fue una reacción a la construcción de una 1 fortaleza española en la cercana costa de Tidore.
Santa Lucia de Calamata (1618-1625)
En 1618, aceptando una propuesta del rey de Tidore para asentarse en el norte de su isla, los españoles iniciaron la construcción del fuerte de San Lucas del Rumen. Posición de gran importancia estratégica al guardar el mejor puerto natural de la isla y localizarse en el punto de la costa de Tidore más cercano a Ternate. Los holandeses, viendo los movimientos desde su fuerte-capital de Malayo y viendo amenazada su posición, respondieron rápidamente con la construcción de un fuerte en Calamata (2), en la zona de Ternate enfrentada a la nueva posición española de Tidore, con el objetivo de dificultar y vigilar las comunicaciones españolas entre ambas islas.
Los españoles no tardaron en reaccionar a la respuesta holandesa. El gobernador Lucas de Vergara Gaviria, viendo en peligro el fuerte de Don Gil (estaba con poca guarnición ya que muchos de sus soldados se habían trasladado al fuerte de San Lucas del Rumen) decidió atacar el Calamata holandés. En un rápida decisión mandó que una galera transportase soldados desde Tidore para que conjuntamente con la guarnición de Don Gil se atacase la nueva posición enemiga. La tropa compuesta de unos 80 soldados españoles apoyados por 40 guerreros tidores y 20 márdicas (locales ternates cristianizados bajo control español) llegó al amanecer. Viendo pocas garantías para acometer con éxito el asalto al fuerte enemigo (debido a el insuficiente número de soldados y municiones) decidieron acampar en la llanura situada en frente de la fuerza holandesa, esperando en guardia la probable salida enemiga. Sin embargo el ataque enemigo no llegó. Los españoles viendo que los holandeses no salían de su fortaleza, decidieron construir un fuerte provisional usando los arboles y la fajina del terreno sobre el que acamparon. Lo que iba a ser un ataque sobre el nuevo fuerte holandés, derivó en la creación de un nuevo fuerte español a escasa distancia de éste.
El 12 de diciembre de 1618, día de Santa Lucia, se fundó el fuerte de Santa Lucía de Calamata. Dos semanas después, gracias a la llegada del sultán de Tidore con 10 caracoas (embarcaciones locales), se inició la construcción del fuerte en cal y piedra, aprovechando parte de los materiales de uno de los baluartes de Don Gil y completando el fuerte con un foso y estacas y una muralla exterior. (3) El franciscano Gregorio de San Esteban lo describe como un fuerte que alberga una guarnición de 30 soldados al mando de un capitán (aunque con capacidad para 60 soldados). Quedaba constituido el tercer fuerte español en la isla de Ternate (tras Nuestra Señora del Rosario y Don Gil) y el más cercano a las posiciones enemigas. La proximidad del enemigo es destacada por los propios soldados españoles. El capitán Gregorio López resalta que por estar situado a un tiro de mosquete de las fuerzas enemigas se hacia necesario hacer una guardia continua. (4) La prueba nos la aporta el soldado Rodrigo de Mesa, que estando visitando el gobernador Lucas de Vergara el fuerte, recibió la orden de encabezar una salida de reconocimiento de las posiciones enemigas, lo que le ocasionó recibir una bala en el muslo. (5) Un año después de su fundación, en 1619, el fuerte estaba bien consolidado. El capitán Antonio Carreño Valdés, sargento mayor de las fuerzas de Ternate (la mayor autoridad militar tras el gobernador de las Molucas) acudió al fuerte con gentes, municiones y pertrechos para reforzar su posición. (6)
La cercanía entres los dos Calamatas, con los enemigos separados a escasos metros, hizo que ambos bandos vivieran en un estado de alerta continua. Fuera de los fuertes, el riesgo de ser sorprendido y atacado era muy alto. Una salida a por leña o a por agua podía acabar en una trágico final, atacado por los enemigos emboscados, y terminando muerto o apresado. Por contra, los españoles tampoco desaprovechaban la ocasión para atacar a los soldados holandeses. La llegada de refuerzos se solía traducir en emboscadas o ataques sobre los vecinos holandeses. Estos hechos se encuadraban en una estrategia de desgaste continuo con el objetivo de debilitar las fuerzas enemigas. Ya que por falta de medios la toma, el asedio o el asalto no se hacía viable, el recurso más utilizado por los soldados españoles era las emboscada o el ataque sorpresa. Como en 1619, cuando el capitán Antonio Carreño Valdés, viendo que los holandeses descuidaban la guardia, atacó matando 40 enemigos (entre ternates y neerlandeses) y perdiendo 6 de los 80 soldados que integraban el ataque. (7)
En 1621, durante más de tres horas un grupo de soldados españoles al mando del capitán Rodrigo de Mendoza atacaron el Calamata holandés. Si bien no lograron la toma del fuerte, provocaron un gran numero de bajas enemigas (30 holandesas por 11 españolas). (8) En 1623, registramos un nuevo ataque, esta vez con el nuevo gobernador Pedro de Heredia, emboscados los españoles en el exterior del fuerte holandés lograron la muerte de 5 enemigos. (9)
Las bajas sufridas y la presión de los ataques desde Santa Lucia, debieron finalmente pesar en la decisión del gobernador holandés de las Molucas de ceder este terreno a los españoles y replegarse sobre el fuerte Malayo. Aunque en 1623, el gobernador holandés Le Febvre -en carta al gobernador general De Carpentier recalcaba la importancia de mantenerse en Calamata, siendo consciente que si lo abandonaba iba a ser rápidamente ocupado por los españoles desde sus puestos de Santa Lucia y Don Gil. (10) Poco después, el 3 de enero de 1624, seguían las dudas entre las autoridades holandesas, la decisión de demoler y abandonar Calamata iba ganando terreno, aunque todavía no lo querían llevar a cabo. (11) Finalmente en 1625, los holandeses decidieron desmantelar temporalmente su fuerte de Calomata ante la firmeza de si homóloga española. (12) Este abandono fue aprovechado rapidamente por los españoles para ocuparlo (y no dejarlo hasta la evacuación de las Molucas en 1663).
San Francisco de Calamata (1625-1663)
Para 1626 los holandeses han abandonado Calamata y los españoles han ocupado su posición, rebautizándola como San Francisco de Calamata. Testimonios de soldados españoles que participaron en su toma y en las labores de reconstrucción nos documentan este hecho (Juan de Heredia Ormastegui (13), Vicente Valenciano (14) o el capitán Juan de Jara Quemada (15). A través de esté ultimo, conocemos como el gobernador Pedro de Heredia, una vez que comprobó el abandono del puesto holandés, ordenó el desmantelamiento de Santa Lucia para consolidar el nuevo fuerte de San Francisco. Gracias a este testimonio, podemos documentar que San Francisco es el nombre con el que los españoles rebautizaron al Calamata holandés, mientras que Santa Lucia es el originario fuerte español de la zona. Debido a la escasez de recursos de la zona y a la dificultad de la obtención de materiales constructivos, la consolidación del nuevo fuerte se debió hacer a costa de los materiales del antiguo.
San Francisco de Calamata pasó a constituir la nueva frontera española y ser la posición más cercana a las fuerzas neerlandesas. Según Frassen hizo que los españoles controlarán toda la costa sur, mientras que la costa entre Calamata y Malayo quedase en tierra de nadie. (16) Con San Francisco como puesto de vanguardia, Santa Lucia dejó de tener tanta importancia. La falta en los documentos posteriores a 1625 de referencias a Santa Lucia sustituidas por las nuevas al fuerte de San Francisco nos hace pensar en la perdida de importancia de Santa Lucia.
Desde San Francisco de Calamata los españoles siguieron su política de hostigamiento sobre los ternates y neerlandeses que osaban aventurarse al sur de su fuerte principal, el fuerte Malayo. Como en 1629, cuando el sargento mayor Francisco Gonzalez, capitán de Calamata, capitaneó una salida con 30 españoles hacia el enemigo que se encontraba pescando (más de 100 ternates, mardicas y sangleyes del Malayo). Emboscados en un manglar localizado cerca de Calamata, los españoles lanzaron en ataque que se saldó con decenas de muertos y 11 presos (17). Años más tarde, en 1633, los españoles dieron un paso más atacando los exteriores del fuerte Malayo. El capitán Alonso Serrano, también cabo de Calamata, recibió la orden del gobernador Pedro de Heredia de atacar el fuerte Malayo. Un grupo de 96 españoles (70 procedentes del Rosario, 20 de Calamata y 6 de Don Gil (18)) atacaron los exteriores del Malayo, degollando a los puestos de las garitas y quemando el barrio extramuros. (19)
A inicios de la decada de 1640 Calamata se mantenía como fuerza fronteriza de la soberanía española en Ternate. Para este año disponemos de las instrucciones dadas al recién nombrado cabo de la fuerza de San Francisco de Calamata, el capitán Gines de Rojas y Narvaez, el 19 febrero de 1640 por el gobernador de las Molucas Francisco Suarez de Figueroa en Rosario. Un documento que nos aporta relevante información sobre el estado y la vida diaria en el fuerte. (20) Gracias a ellas, sabemos que el estado de alerta era continuo. Cualquier salida al exterior, como para la búsqueda de leña, debía ser autorizada por el cabo de la fuerza, y conllevaba que toda la guarnición del fuerte estuviese en guardia hasta el regreso de la misma. Estas salidas tenían que ser pocas y realizarse a diferentes horas para así evitar que los enemigos tuviesen noticias de ellas y pudiesen hacer emboscadas. En época de lluvias, la existencia de un arroyo cercano proveía a la guarnición de agua. Sin embargo, en la estación seca, el abastecimiento se hacía yendo a la laguna del fuerte de Don Gil. Soldados españoles trasladaban en vasijas el agua siempre escoltados por compañeros del fuerte. Pese a su cercanía con la capital de Nuestra Señora del Rosario, por la complicada orografía de la isla, de abundante vegetación y continuos barrancos, la comunicación y la provisión se hacía por la costa a través de pequeñas embarcaciones. Para mensajes urgentes, como la posibilidad de un acercamiento enemigo, el disparo de dos disparos sucesivos de artillería ponía en alerta y avisos a las fuerzas del fuerte de Nuestra Señora del Rosario.
Las instrucciones dadas un año después al nuevo cabo Manuel Correa (5 mayo de 1641) (21), además de confirmar lo anterior nos informa que como las puertas del fuerte debían mantenerse siempre cerradas, estando prohibido su apertura hasta bien entrada la mañana, cuando una vez disipadas las nieblas matutinas, se podía ver con mayor claridad el terreno, que desde el fuerte se extendía hasta las posiciones enemigas, y descartar así la posibilidad de soldados enemigos emboscados.
En 1649, en los meses previos al establecimiento de los acuerdos de paz firmados en el Tratado de Munster, Calamata albergaba a un total de 40 soldados entre españoles y pampangos. Nuevas instrucciones, esta vez del gobernador Fernandez del Río (firmadas en Rosario a 28 de abril de 1649) (22) nos confirman que todavía el estado de alerta continuaba y nos amplían información de la vida diaria de la fortaleza, como la existencia de cultivos en el exterior de las murallas para el avituallamiento de las tropas o la visita de comerciantes para vender o intercambiar sus mercancías con la soldadesca del fuerte (como el trueque de tabaco por ropa de los soldados).
En las instrucciones que el gobernador Francisco de Esteybar da a 9 de junio de 1650, comprobamos que aunque ya se reconocía el establecimiento de los acuerdos de Munster en estas islas, el recelo continuaba, prohibiendo tajantemente la entrada de cualquier visita enemiga a la fortaleza, así como el intercambio comercial entre ambas zonas (23) (algo que vemos que se mantiene para el año 1653). (24)
En la última decada de presencia española, San Francisco de Calamata seguía bien guarnecido e incluso mejorado, gracias a las obras de remodelación del gobernador Francisco de Esteybar (quien adelantó el dinero de las obras con su propio dinero para reformar la fortaleza. (25) Permaneció bajo poder español hasta 1663, cuando por ordenes del gobernador de Filipinas Sabiano Manrique de Lara se realizó el desmantelamiento de todos los fuertes españolas en las islas.
Un año después de la partida española, en 1664, viendo que los españoles no regresaban a sus fuertes, las autoridades neerlandesas ordenaron a los locales la destrucción de los baluartes pagándoles una recompensa por la labor. (26) Será el fin de presencia española en Ternate y el golpe definitivo para la conservación de sus reductos. Si bien del antiguo fuerte de Santa Lucia permanecen restos en muy mal estado de conservación, no podemos decir lo mismo del fuerte San Francisco, sobre su ubicación los neerlandeses construyeron la actual estructura defensiva (finales del siglo XVIII), Kajoe Merah que hay día de hoy se encuentra en muy buen estado de conservación.
Cabos de Santa Lucía y San Francisco de Calamata
1618 Capitán Juan de Chaves (Santa Lucía)
1619 Capitán Juan García (Santa Lucía)
1619 Capitán Hernando Suarez (Santa Lucía)
1621 Capitán Rodrigo de Mendoza (Santa Lucía)
1623 Capitán Juan Garcia (Santa Lucía)
1623 Pedro de Jarjaquemada (Santa Lucía)
1625 Pedro de Jarjaquemada (San Francisco)
1629 Sargento Mayor Francisco Gonzalez (San Francisco)
1632 Capitán Alonso Serrano (San Francisco)
1634 Diego Maldonado Bonal (San Francisco)
1635 Alférez Alonso de Herrera (San Francisco)
1636 Cabo Simón Alvarez (San Francisco)
1640 Capitan Ginés de Rojas y Narvaez (San Francisco)
1640 Juan Frenandez Sevillano (San Francisco)
1641 Francisco del Castillo (San Francisco)
1641 Manuel Correa (San Francisco)
1646 Capitán José de Gongora (San Francisco)
1650 Capitán Francisco Gonzalez (San Francisco)
1652 Cabo Alonso de Mirabal Sedeño (San Francisco)
1653 Capitan José de Gongora (San Francisco)
Escrito por: Antonio C. Campo López – antoniocampolopez@gmail.com
Notas:
(1) No confundir con Kayuh Mera, sobre el mismo lugar edificación neerlandesa posterior del años1801 para defenderse de los ataques ingleses. Van Fraassen, CH. F.: Ternate, de Molukken en de Indonesische Archipel: Van soa-organisatie en vierdeling: Een studie van traditionele samenleving en cultuur in Indonesie, DEEL II, 1987. p. 355 (2) Archivo Franciscano Ibero Oriental (AFIO) leg. 21, 12-3.fol. 101., Relación de Gregorio de San Esteban. (3) AFIO., leg. 21, 12-3.fol. 101, Relación de Gregorio de San Esteban. De la Llave, A,: Crónica. Primera parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas, 1625, pp. 1089-1090 (4) Archivo General de Indias, (AGI), FILIPINAS,49,N.67. Confirmación de encomienda de Baro. (5) AGI,FILIPINAS,48,N.64. Confirmación de encomienda de Ayumbon. (6) AGI,FILIPINAS,49,N.31. Confirmación de encomienda de Tulaque. (7) De la Llave, A,: Crónica. Primera parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas, 1625, p. 1227. (8) AGI,FILIPINAS,47,N.65. Confirmación de encomienda de Masbate. (9) AGI,FILIPINAS,49,N.20. Confirmación de encomienda de Payo. (10) TIELE, P.A. y HEERES, J.E: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. ’s- Gravenhage, Nijhoff, 1895, vol. II, p. 2. (11) TIELE, P.A. y HEERES, J.E: Bouwstoffen voor de geschiedenis der Nederlanders in den Maleischen archipel. ’s- Gravenhage, Nijhoff, 1895, vol. I, pp. 357 (12) AGI, FILIPINAS,7,R.6,N.83. Carta de Fernando de Silva sobre asuntos de gobierno. (13) AGI, FILIPINAS,49,N.69. Confirmación de encomienda de Antique. (14) AGI, FILIPINAS,51,N.15. Confirmación de encomienda de Casiguran. Habla el capitán Julian de Mesinas de los servicios de Vicente Valenciano que sirvió entre 1622 y 1634 en las Molucas: “Hallándose personalmente en la toma y fortificación del puesto de San Francisco de Calamata que antes fue de el holandés donde vi trabajar hasta que se puso en defensa el dicho puesto” (15) AGI, FILIPINAS,50,N.4. Confirmación de encomienda de Sogod. (16) Van Fraassen, CH. F.: Ternate, de Molukken en de Indonesische Archipel: Van soa-organisatie en vierdeling: Een studie van traditionele samenleving en cultuur in Indonesie, DEEL I, 1987. p. 49. (17) De la Llave, A,: Crónica. Segunda parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas que contiene cuatro estados: el primero de la Orden, el segundo seglar, el tercero de la Iglesia de Japón y el cuarto de las fuerzas de Terrena en Maluco desde el año 1624. p. 136. (18) AGI, FILIPINAS,49,N.25. Confirmación de encomienda de Santa Catalina. (19) AGI, FILIPINAS,49,N.25. Confirmación de encomienda de Santa Catalina. (20) AGI, FILIPINAS,N.61. Confirmación de encomienda de Viri. (21) AGI, FILIPINAS,43,N.18. Petición de Manuel Correa para que se le dé su encomienda. (22) AGI, FILIPINAS ,52,N.7. Confirmación de encomienda de Laglag. (23) AGI, FILIPINAS ,52,N.7. Confirmación de encomienda de Laglag. (24) AGI, FILIPINAS ,52,N.7. Confirmación de encomienda de Laglag. (25) AGI, FILIPINAS ,51,N.14. Confirmación de encomienda de Abucay. (26) VALENTIJN, F.: Oud en Nieuw Ost-Indiën, vervattende een naaukeurige en uitvoerige verhandelinge van Nederlands mogentheyd in die gewestenk, benevens eene wydluftige beschryvinge der Moluccos. J. van Braam, Dordrecht, 1724, p. 490.
Por Juan Carlos Rey – Asociación Española de Estudios del Pacífico.
Texto y fotografías en color de Juan Carlos Rey
La fortaleza conocida localmente como Benteng Torre, fue uno de los bastiones consagrados a la defensa de los intereses españoles en la isla de Tidore frente a los portugueses y holandeses. Mientras que para las demás fortalezas construidas por los españoles en Tidore hay abundantes referencias, para el caso del fuerte Torre las informaciones son escasas, veladas o, a lo más, confusas.
El comentario de Simon Pratt sobre la falta de información acerca del fuerte Torres es evocador y resume el vacío de informaciones fehacientes y precisas sobre el fuerte Torre.
“The last abd best surviving fort of Tidore is fort Tohula. Unlike the misterious Fort Torre, we know a lot about Tohula”1
El fuerte Torre se encuentra en una zona alta que domina la población de Soasio, la capital de Tidore. Desde su posición elevada se domina el palacio del sultán de Tidore y está a la vista del fuerte Tohula o Santiago de los Caballeros, la principal plaza fuerte construida por España en Tidore y de la que han quedado los restos mejor conservados (una renovación estaba en curso en 2014, durante mi última visita)2, con la cual se podía comunicar con señales de diferente naturaleza (banderas, fuego, etc…) en caso de necesidad. El emplazamiento del fuerte Torre fue sin duda elegido por ser un lugar estratégico ya que desde su emplazamiento se divisa un amplio horizonte con vistas a la islas de Halmahera, Maita y Mare, dominando el tráfico marítimo entre las mencionadas islas. El fuerte también tenia la misión de la defensa de la población de Soasio, al tiempo que controla los accesos al palacio del sultán de Tidore, lo que supone un control de las actividades y visitas que tenia el sultán y su corte.
Vista de las islas de Maita y Mare desde el fuerte. Se divisa el fuerte Tohula y el nuevo palacio del sultán con techo azul
Vista de las islas de Maita y Mare desde el fuerte. Se divisa el fuerte Tohula y el nuevo palacio del sultán con techo azul
La inspección del fuerte Torres en Google Earth no permite identificarlo y situarlo de forma precisa en la fotografía del satélite que data de 2004, unos años antes de su renovación. El fuerte debió ser dañado gravemente por una colada de lava formada por grandes bloques que le percutieron por el lado norte del fuerte (que queda orientada hacia el volcán Kiematubu – 1730 metros de altura -, distante a tan solo 4,7 kilómetros del fuerte) destrozando la muralla norte y entrando al interior del recinto fortificado (al menos es tal y como se observa actualmente). Se ignora cuando sucedió este acontecimiento, pues no se han encontrado registros recientes de actividad volcánica. Si la hipótesis, que parece la más fehaciente, que apunta a que la colada de lava hubiera impactado en el fuerte, esta habría sido la razón de la destrucción y posterior abandono del recinto fortificado. Por otro lado la distancia desde el fuerte a la línea de costa actual es de algo más de 400 metros en línea recta, distancia que queda al interior del rango de tiro de cañón de la época (estimado entre 600 y 3000 metros en función del tipo de cañón utilizado) hizo que el fuerte Torre fuera eficaz para la defensa de la población de Soasio.
Muralla norte del fuerte con el volcán Kiematubu al fondo de la imagen
Muralla norte del fuerte con el volcán Kiematubu al fondo de la imagen
El acceso al fuerte se realiza desde la parte baja donde termina la colada de lava formada por grandes bloques de origen volcánicos desordenados. Se accede por unas escaleras con bastante pendiente y una pasarela de nueva construcción, que salva la parte de la colada de lava dando acceso al bastión. Una muralla de piedras sin sujeción rodean el recinto exterior de la entrada al fuerte, si bien no se sabe si esta simple estructura de piedras amontonadas es original dedicado a la defensa del acceso al fuerte o bien se hizo durante la reconstrucción para despejar el área de trabajo. El fuerte Torre tiene una planta rectangular con su entrada principal orientada al sur-sureste.
Muralla de piedras en la zona de acceso al fuerte Torre.
Muralla de piedras en la zona de acceso al fuerte Torre.
En su cara oeste hay una construcción semicircular vacía en su interior cuyo utilidad se ignora Nada más entrar al recinto, a la parte de la derecha, hay una torre de dos pisos que es la única que tiene el fuerte. El patio o recinto del fuerte esta repleto de rocas de la colada que entró por la muralla norte y sin duda dejó inservible el fuerte.
Escalera y pasarela de acceso al fuerte Torre, después de la restauración.
Escalera y pasarela de acceso al fuerte Torre, después de la restauración.
Escalera y pasarela de acceso al fuerte Torre, después de la restauración.
Vista del fuerte con la estructura semicircular. Al fondo la isla de Halmahera.
Vista del fuerte con la estructura semicircular. Al fondo la isla de Halmahera.
El fuerte ha sido reconstruido en su mayor parte, usando piedra y cemento visto, lo cual puede ser criticable desde un punto de vista estricto de las normas recomendadas para la reconstrucción de monumentos de esta índole.
En las fotografías tomadas en 1928 por Van de Wall y otras de 1999 (éstas últimas se muestra en el cartel que informa al viajero sobre la historia del fuerte) se aprecia la situación de deterioro del fuerte y de su torre. Esta ultima se muestra dañada en su parte alta y rodeada de vegetación. La comparación de las dos fotografías, la de 1928 ( Van de Wall) y la de 2014 (el autor) no dejan lugar a duda de que se trata del mismo edificio, fácilmente reconocible en ambas fotografías. La fotografía de Van de Wall ha sido erróneamente atribuida al fuerte Tohula.
Fotografía de la torre del fuerte Torre en 1928 (Van de Wall) y en 2014. La fotografía en blanco y negro está erróneamente atribuida al fuerte Tohula.
El Instituto para la Conservación de los bienes culturales en Indonesia, institución que después pasaría a denominarse “BPCB Maluku del Norte”3, nos describe de la siguiente forma la restauración llevada a cabo en el fuerte Torre:
“La restauración de la fortaleza Torre se llevó a cabo en dos etapas; La primera etapa con el ejercicio presupuestario de 2012 y la segunda etapa en el año fiscal 2013. La ejecución básica de esta restauración se ajustó a la recomendación hecha por el Estudio Técnico BPCB de Ternate (entonces conocido como el Instituto del Patrimonio Arqueológico de Ternate) del 11 al 17 de abril de 2011, Dicho estudio establece que la fortaleza Torre sufrió un daño calificado de severo y tan sólo quedó alrededor del 30% de la estructura original del castillo, por lo que se debió restaurar con el fin de evitar el aumento de la gravedad de los daños en el castillo.
La restauración de la primera fase fue desde el Julio a noviembre de 2011 e incluyó: Hacer las escaleras, la reconstrucción de la pared lateral del Suroeste, la mayor parte del sudeste, y la exploración espacial. La segunda etapa de restauración que se llevó a cabo entre junio y octubre de 2013 incluyó: La reconstrucción avanzada y las paredes laterales Sureste, Suroeste y Noreste, la reconstrucción de la pared lateral, la reconstrucción de la pared noroeste, y la regulación ambiental.La muralla del noroeste se reconstruye solo en parte debido a la estructura de la pared se perdió y no se ha encontrado ningún estructuras en los alrededores después de la excavación.
La Inauguración de la restauración de la fortaleza Torre se hizo el 10 de marzo de 2014 para coincidir con la inauguración de la Herencia Preservation Hall Office de Ternate en Jambula, Ternate.Con motivo de la inauguración, el Director General de Cultura Prof.Kacung Marijan, Ph.D firmó simbólicamente la restauración con una inscripción en el Fuerte Torre.”4
Hoy en día se puede visitar el monumento de forma libre, tan solo invitan al viajero a rellenar el libro de visitantes. En la parte baja de la escalera que da acceso al fuerte hay un panel que describe la historia del fuerte Torre. Las informaciones que figuran en el cartel informativo (que se acompaña con unas fotografías del fuerte antes y después de la restauración) son las siguientes:
Cartel de información para el visitante.
Cartel de información para el visitante.
“La fortaleza Torre está situada en el distrito de la ciudad de Tidore, isla de Tidore .dominando parte del archipiélago al sur. El fuerte Torre fue dañado, dejando sólo aproximadamente el 30% del edificio original. La Fortaleza de planta rectangular mira hacia el sureste y del lado del suroeste tiene una planta semicircular y del lado derecho de la parte delantera tiene un torre. Fortaleza conserva parcialmente la base en algunas partes.
De acuerdo con el documento Malucensia hay un fuerte portugués que se encuentra ligeramente al norte dominando la ciudad de Soasio. La fortaleza fue construida por instrucción superior de Sancho de Vasconcelos, que recibió el permiso del sultán Gapibaguna el 16 de enero de 1578. Se obtiene la licencia después de que los portugueses fueron expulsados por el Sultán Baabullah Karema, los portugueses habían matado al Sultán Kairum en 1570. Lo más probable es que el nombre del castillo cuestión es Fort Torre y esté probablemente asociado con la torre o con el nombre del capitán portugués que en ese momento era Hernando de la Torre5
Es altamente probable que el fuerte Torre lleve el nombre del capitán Hernando de la Torre que bien pudo haber sido su constructor, dado el carácter singular de una edificación tan importante en la remota Tidore y aún más en el siglo XVI no es de extrañar que se le atribuyera el nombre de su precursor. No se ha encontrado en las crónicas consultadas otra persona con el apellido “Torre”, o “de la Torre” que hagan referencia a Tidore. Tampoco se ha encontrado una afirmación que, directa o indirectamente, atribuyan la construcción otra persona, otro nombre o circunstancia.
Bloques de lava en el interior del fuerte.
Bloques de lava en el interior del fuerte.
Hernando de la Torre era español, nacido en la provincia de Burgos (España). Llegó como primer piloto con al expedición de Garcia Jofre de Loaisa a la isla de Tidore el día uno de Enero de 1527. El 27 de Marzo de 1528 arribó a Tidore la nave Florida con los expedicionarios de la armada de Saavedra que fueron recibidos por Hernando de la Torre. (La nave Florida volvería a Tidore después de intentar el tornaviaje sin éxito, ver más delante)
“Allí donde estábamos surtos (Soasio), estaba la fortaleza, que tenia la gente del comendador Loaysa, y allí estaba por capitán Hernando de la Torre,natural de Burgos, él cual tenia hasta ciento y veinte hombres, y dos docenas de tiro de artillería”…” El dicho capitán Hernando de la Torre, nos aposento a todos, haciéndonos un muy buen tratamiento; estuvimos allí (en Soasio) dos meses dando carena a nuestro navío (el Florida) y aderezándole de todo los necesario…”6
Hernando de la Torre fue elegido por votación capitán de los españoles de Tidore: “Muerto Martín Iñigo de Carquizano en 11 julio de 1527, fue elegido a votos por capitán de los castellanos de Tidore Hernando de la Torre,…., Los 120 españoles remanentes procedieron a construir una fortaleza en Tidore con dos docenas de piezas de artillería.”7
Evidentemente esta “nueva” construcción no puede referirse al mayor baluarte español en Tidore, el fuerte Tohula o Santiago de los Caballeros, ya que éste último se empezó a construir muy posteriormente en 1610 acabándose en 16158
“Los supervivientes de la expedición de Loaysa, un total de unos 150 hombres, a las órdenes de Hernando de la Torre hicieron grandes preparativos en Tidore para operaciones de defensa y ofensa, según fuera el caso.”9
“El fuerte Torre,….., El calificativo español aparece en algunos mapas de la época, puede responder a dos razones: la primera, por referencia a su construcción, en la que destacaba una torre, aún en pie, aunque desmochada. La segunda, de origen más dudoso, derivaría del nombre del comandante de la fortaleza don Hernando de la Torre, entre 1527 y 1529”10
Hernando de la Torre y sus hombre repelieron el ataque portugués refugiándose en el fuerte: “… y era una buena ocasión para ocupar Tidore (por los portugueses) sin resistencia. No perdieron tiempo los portugueses, porque dieron luego sobre la ciudad: i aunque hubo alguna defensa , por la gente poca, entraron y mataron a un castellano, i algunos indios…..Hernando de la Torre se retiró al fuerte”.11
Otro documento nos informa del lugar de nuevo asentamiento de las tropas castellanas en Tidore, citando el fuerte Torre, al tiempo que nos asegura que la “nueva ciudad de Soasio se extendía en sus proximidades” proximidades, como es el caso.
“Mientras la armada se dirigía a las islas, los españoles habían continuado sus escaramuzas con los portugueses y sus aliados. La Torre había pactado el fin de las hostilidades con los lusitanos y se había asentado en la isla. El fuerte Torre debió ser el lugar del nuevo asentamiento al tiempo que la nueva ciudad de Soa Siu, sede del Sultán, se extendía en sus proximidades”12
El fuerte Torre domina la nueva ciudad de Soasio.
El fuerte Torre domina la nueva ciudad de Soasio.
Si las referencias son correctas y las hipótesis corresponden al fuerte Torre, éste fue entregado a los portugueses “cinco semanas antes del regresó del Florida”13 (en la fecha del 19 de Noviembre de 1528) después de intentar el tornaviaje a Nueva España sin éxito.
Hernando de la Torre abandonó definitivamente Tidore el 16 de Febrero de 1534 rumbo a España .14
Conclusión
Las investigaciones que he podido llevar a cabo sugieren que el fuerte se construyó entre la segunda mitad del año 1527 y primera parte del año 1528, tomando el nombre del capitán Hernando de la Torre, además se confirma que el Hernando de la Torre no era portugués, sino español.
Hay que asumir que a partir de esta investigación no se puede determinar de forma fehaciente el periodo preciso en él que fue construido el fuerte Torre, sin embargo las informaciones recogidas sugieren, y ninguna de ellas la contradicen, que la construcción del fuerte Torre debió haber tenido lugar a partir de Julio de 1527 (cuando Hernando de la Torre fue elegido capitán de los Castellanos) y, evidentemente, antes del mes de octubre de 1528 fecha en que los españoles fueron expulsados de Tidore y cuando Hernando de la Torre entregó el fuerte a los portugueses en octubre de 1528, cinco semanas antes del día 19 Noviembre 1528, fecha de la llegada de la nave Florida a Tidore después del fallido viaje de retorno a Nueva España.
Las informaciones que facilita el cartel informativo situado en las inmediaciones del fuerte Torre no corresponderían a la fecha de construcción (1578) a la vez que insta al error al considerar a Hernando de la Torre como portugués.
1 Simon Pratt. The forts of spices islands today. Colonialvoyage.com
6 Colección de Documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas en América y Oceanía; Tomo V, pag. 87 por Luis Torres de Mendoza, , 1866.
7 Ortuño Sanchez Pedreño, Estudio Histórico Jurídico de la expedición de Garcia Jofre de Loaisa a las Molucas. Anales de derecho Universidad de Murcia n°21, 2003, pag. 225.
8 Simon Pratt. The fort of spices islands today. Colonialvoyage.com
9 Españoles en las Molucas, una aproximación historica. Leopoldo Stampa. Armada Española.
10 Dos islas españolas, Palabras al Bit, 2012 (internet link).
11 Antonio de Heredia y Tordesillas. Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y tierra firme del mar océano. Capitulo V, pag 87, 1730
ÁFRICA ORIENTAL ALEMANA, toma de posesión en 1884-85
Territorio de Tanganyika
1920 al Reino Unido –
1961 Estado Independiente de Tanganyica/1962 República de Tanganyika/
abril de 1964 parte de la República Unida de Tanganyica y Zanzíbar/
noviembre de 1964 de la República Unida de Tanzanía
Ruanda-Urundi
1920 a la Bélgica –
1962 República Ruandesa (parte norte) y
1962 Reino de Burundi/1966 República de Burundi (parte sur) respectivamente
Triángulo de Quionga
1920 devolución a Portugal (África Oriental Portuguesa) –
1975 parte de la República Popular de Mozambique /1990 de la República de Mozambique
ÁFRICA DEL SUDOESTE ALEMANA, toma de posesión en 1884
1920 a la Unión de Sudáfrica/1961 República de Sudáfrica –
1990 República de Namibia
CAMERÚN, toma de posesión en 1884
Camerún Occidental
1920 al Reino Unido –
1960 parte del Estado Independiente de Nigeria/1963 de la República Federal de Nigeria (parte norte) y
1960 parte del Estado Independiente de Nigeria/1961 de la República Federal del Camerún/1972 de la República Unida del Camerún/1984 de la República del Camerún (parte sur) respectivamente
Camerún Oriental
1920 a la Francia –
1960 República del Camerún/1961 parte de la República Federal del Camerún/1972 de la República Unida del Camerún/1984 de la República de Camerún
1911 Neukamerun (Nuevo Camerún) fue afiliado a Camerún.
1920 Neukamerun fue reintegrado como parte de las colonias vecinas de África Ecuatorial Francesa (AEF): Chad (1960 República del Chad), Ubangui-Shari (1960 República Centroafricana/1976 Imperio Centroafricano/1979 República Centroafricana), Congo Medio (1960 República del Congo/1970 República Popular del Congo/República del Congo) y Gabón (1960 República Gabonesa) respectivamente
TOGO, toma de posesión en 1884
parte occidental de Togo
1920 al Reino Unido –
1957 parte del Estado Independiente de Ghana/1960 de la República de Ghana
parte oriental de Togo
1920 a la Francia –
1960 República Togolesa
COLONIAS EN LA ÁREA DEL PACIFICO
NUEVA GUINEA ALEMANA
a) Tierra del Emperador Guillerme, Archipiélago de Bismarck, Islas Salomón Alemanas, toma de posesión en 1884-1886
1920 a la Australia –
1975 parte del Estado Independiente de Papua Nueva Guinea (PNG)
b) Islas Marshall (parte de la Micronesia al norte del ecuador), toma de posesión en 1885
1920 al Japón –
1947 bajo la administración de los Estados Unidos como parte del Territorio en Fideicomiso de las Islas del Pacífico (TTPI) de las Naciones Unidas
1990 República de las Islas Marshall (RMI)
c) Nauru (Micronesia Alemana al sur del ecuador), toma de posesión en 1888
1920 a la Australia, la Nueva Zelanda y el Reino Unido/gestión de la administración por la Australia 1968 República de Nauru
d) Micronesia Alemana al norte del ecuador sin las Islas Marshall, toma de posesión en 1899
1920 al Japón –
1947 bajo la administración de los Estados Unidos como parte del
Territorio en Fideicomiso de las Islas del Pacífico de las Naciones Unidas
(TTPI)
aa) 1990 Comunidad de las Islas Marianas del Norte de los Estados Unidos
bb) 1994 República de Palaos (Belau/Islas Palau)
cc) 1990 Estados Federados de Micronesia (FSM/Islas Carolinas)
TERRITORIO ALEMÁN DE KIAUTSCHOU, toma de posesión en 1897-1898
1920 al Japón –
1922 devolución a la China –
1949 parte de la República Popular de China
SAMOA ALEMANA, toma de posesión en 1899/1900
1920 a la Nueva Zelanda –
1962 Estado Independiente de Samoa Occidental/1997 Estado Independiente de Samoa
Anotaciones: La Micronesia Alemana incluye las Islas Marianas excepto Guam, las Islas Palaos, las Islas Carolinas, las Islas Marshall y la Isla de Nauru. Con la excepción del Territorio Alemán de Kiautschou y el Triángulo de Quionga todas las posesiones alemanas del Ultramar fueron convertidos en mandatos de la Sociedad de Naciones (SDN) en 1920. Togo y Camerún fueron cada uno transferidos como mandato tipo B a la Francia y al Reino Unido respectivamente. Tanganyika y Ruanda-Urundi fueron como mandatos tipo B bajo la administración del Reino Unido y de la Bélgica respectivamente. África del Sudoeste Alemana, la Micronesia Alemana al norte del ecuador y Samoa Alemana fueron convertidos en mandatos tipo C de la Unión de Sudáfrica, del Japón y de la Nueva Zelanda respectivamente. Nauru como Micronesia Alemana al sur del ecuador fue atribuido como mandato tipo C al Reino Unido, la Australia y la Nueva Zelanda como potencias mandatarias. El resto de la Nueva Guinea Alemana (la Tierra del Emperador Guillerme, el Archipiélago de Bismarck y las Islas Salomón Alemanas recibieron la Australia como potencia administrante de un mandato tipo C. En 1947 estos territorios fueron transformados hasta a la independencia en territorios en fideicomiso de las Naciones Unidas. Este año los Estados Unidos sólo sustituyeron el Japón como autoridad administradora del Territorio en Fideicomiso de las Islas del Pacífico de las Naciones Unidas nuevamente creado (TTPI). Para la parte micronesiana del archipiélago de las Islas Marianas del Norte una independencia no es prevista. Estas islas están ligadas desde 1990 como Comunidad de las Islas Marianas del Norte en unión política con los Estados Unidos de América. La cessión de las posesiones alemanas de Ultramar fue efectuada en el marco del Tratado de Versalles de 28 de Junio de 1919, entrado en vigor el 10 de enero de 1920.
Copyright marzo de 2004 por Dietrich Köster, D-53115 Bonn
Guinea portuguesa – proclamación unilateral: 24 de septiembre de 1973, independencia definitiva: 10 de septiembre 1974
São João Baptista de Ajudá – ocupación por la República de Dahomey (Benin): 01 de agosto de 1961
Santo Tomé y Príncipe – 12 de julio de 1975
Angola – 11 de noviembre de 1975
Mozambique – 25 de junio de 1975
Estado portugués de India (Dadrá y Nagar Haveli) – apoderamiento por la Unión India: 02 de agosto de 1954
Estado portugués de India (Goa, Daman, Diu) – apoderamiento por la Unión India: 19 de diciembre de 1961
Macau – transferencia del poder político a la República Popular de China: 20 de diciembre de 1999
Timor portugués – proclamación unilateral: 28 de noviembre de 1975, invasión de la República de Indonesia: 7 de diciembre de 1975, independencia definitiva: 20 de mayo de 2002
Esta investigación tiene como objetivo arrojar luz sobre un aspecto de la historia de las islas Molucas todavía en gran parte inexplorado, su propósito es sacar a través del estudio de los documentos un marco preliminar de las fortificaciones que los españoles construyeron, durante los años 1521-1663, en la isla de Tidore, una de las Molucas, las legendarias islas de las Especias.i
Como es bien sabido ya desde la expedición de Magallanes (1521), los españoles intentaron varias veces para hacerse con el control de las islas de las Especias, a expensas de los portugueses, con quien tuvo diferencias, a menudo amarga. Los españoles hicieron alianzas con los reyes de Tidore y Jailolo, y las tropas españolas se encontraban en las islas durante los años 1527-1534 y 1544-1545. El hecho de no descubrir un camino de regreso a través del Pacífico, sin embargo, les impedía competir con el poderío naval portugués. En 1529, España y Portugal firmaron un acuerdo sobre las Molucas, el Tratado de Zaragoza, con la que el Rey de España abandonó todas las reclamaciones en las islas, al menos nominalmente, a cambio de 350.000 ducados.
El período inicial de interés de los españoles en las Molucas, se caracterizó en la lucha contra los portugueses por el control de las islas, que comenzó con la llegada de la expedición de Magallanes en 1521 y terminó en 1545 con la rendición, a los portugueses, de los hombres de la armada de Villalobos, entre estas dos expediciones, los españoles enviaron otras flotas, incluyendo Loaisa (1527) y Saavedra (1528), así como la desgraciada aventura de la expedición de Grijalva (1538). La expedición de Villalobos fue preparada después de el Tratado de Zaragoza, y por esta razón la expedición se dirigía a no especificadas Islas de las Especias aún no ocupadas por Portugal. El centro de toda esta actividad de los españoles se mantuvo a lo largo de este período, la isla de Tidore.
Sigue: Los primeros contactos españolos con la isla de Tidore y el primero fuerte español
La versión italiana se ha completado.
1.0 Le Fortezze Spagnole nell’isola di Tidore 1521-1663: introduzione
i Además de este libro sobre la isla de Tidore, también se está preparando un estudio sobre las fortificaciones españolas en Ternate y otras islas de Molucas. Estas búsquedas específicas son parte de un estudio más amplio sobre la presencia españolas en las Molucas (1606-1663), estudio al que estoy dedicando desde algunos años, pero debido a su complejidad es aún en proceso. A los efectos de la investigación que estoy haciendo, también sería interesante ver in situ los lugares mencionados en los documentos y llevar a cabo un trabajo sistemático de reconocimiento de los restos de las fortificaciones. Finalmente sería capaz a estudiar algunos documentos básicos, que considero de gran interés, que se encuentran en el Archivo Franciscano Ibero Oriental de Madrid y en otros archivos, pero por el momento no he tenido la oportunidad y la buena fortuna de ver.
AGRADECIMIENTOS: Por el ayudo que me fue dado, me gustaría dar las gracias a: Jennifer van der Greft por su valiosa ayuda en la traducción de documentos en holandés, Arnold van Wickeren, Nuno Varela Rubim y Walter Hellebrand. También me gustaría expresar mi elogio para los servicios en línea de los archivos españolas (PARES), a través del cual podía ver directamente en mi computadora muchos de los manuscritos del Archivo General de Indias en Sevilla. Este es su muy útil sitio web: PARES Portal de Archivos Españoles.
Cabo Verde
Designación oficial: República de Cabo Verde
Capital: Praia
Idioma: El idioma oficial es el portugués y se habla también criollo.
Número de habitantes: 530.000
Superficie: 4036 km²
Moneda: Escudo de Cabo Verde (CVE)
Día de la independencia: 05 de julio de 1975
Guinea-Bissau
Designación oficial: República de Guinea-Bissau
Capital: Bissau
Idioma: El idioma oficial es el portugués. Se habla también criollo, mandjaco, mandinga.
Número de habitantes: 1.696.000
Superficie: 36.100 km²
Unidad monetaria: Franco CFA de África Occidental (XOF)
Día de la independencia: 10 de septiembre de 1974
Guinea Ecuatorial
Designación oficial: República de Guinea Ecuatorial
Capital: Malabo
Idioma: Los idiomas oficiales son el español, el francés y el portugués. Se habla también regionalmente Fang, Bubi y Anobonense.
Número de habitantes: 676.000
Superficie: 28.050 km²
Unidad monetaria: Franco CFA centroafricano (XAF)
Día de la independencia: 12 de octubre de 1968
Santo Tomé y Príncipe
Designación oficial: República Democrática de Santo Tomé y Príncipe
Capital: Santo Tomé
Idioma: El idioma oficial es el portugués. Se habla también criollo.
Número de habitantes: 158.000
Superficie: 1.001 km²
Moneda: Dobra (STD)
Día de la independencia: 12 de julio de 1975
Angola
Designación oficial: República de Angola
Capital: Luanda
Idioma: El idioma oficial es el portugués. Se habla también los idiomas Umbundo, kimbundo, kikongo y Tchokwé.
Número de habitantes: 16.949.000
Superficie: 1.246.000 km²
Moneda: Kwanza (AOA)
Día de la Independencia: 11 de noviembre de 1975
Mozambique
Designación oficial: República de Mozambique
Capital: Maputo
Idioma: El idioma oficial es el portugués. Hay muchos nacionales, como Changan, Lomué, Shona, Tsonga, Chicheva y Macua.
Número de habitantes: 21.372.000
Superficie: 799.000 km²
Moneda: Metical (MZN)
Día de la independencia: 25 de junio de 1975